Hay veces que…

Hay veces que las oportunidades salen cuando menos te lo esperas y hay que decidir rápidamente lo que hacer. Eso nos ha ocurrido este verano cuando, el pajar de al lado de nuestra casa y sede, salió a la venta. Desde hace mucho tiempo nos rondaba la idea de dar una vuelta de tuerca a todo lo que llevamos haciendo de recuperación de saberes tradicionales vinculados al agua, la cultura del lino… y, además, tener un espacio en el que poder hacer los talleres de nuestra «Escuela de naturalistas» y otras actividades y así poder ofertarlas regularmente sin necesidad de estar buscando local o que los Ayuntamientos y otras entidades decidan contratarlos.

Sin casi dudarlo, decidimos la adquisición del pajar con su corral, algo que hemos hecho efectivo en estos días. Es un buen ejemplo de la arquitectura tradicional serrana, con mampostería de piedra y vigas de madera. Su estado de conservación no es el óptimo, lo que nos obligará a acometer reformas profundas que llevarán su tiempo y más con esta situación tan complicada en la que estamos. Calculamos que en un año, con muchísima suerte, podremos iniciar la reforma e ir poco a poco convirtiéndolo en lo que queremos.

Pajar y corral

Vista del corral y del pajar

Las primeras actuaciones que haremos serán las de limpieza del interior del edificio y del corral, en las que es probable que nos encontremos con alguna joya, que intentaremos restaurar y aprovechar. Esto nos llevará su tiempo, pues hay muchas cosas inservibles que se han acumulado y hay que deshacerse de ellas. Es algo que iremos haciendo poco a poco.

Interior del pajar

Así, el nuevo edificio se convertirá en el Museo del Pastor del Agua, dedicado a las caceras y la cultura del lino, donde habrá una exposición en la que se mostrarán todas las herramientas y labores que estamos recopilando y que pretendemos ampliar mediante compra o donaciones.

Además, este espacio servirá para realizar los talleres y algunas charlas, cursos y conferencias que tenemos en mente.

Por otro lado, se realizarán visitas interpretativas por los alrededores de Cabanillas del Monte para conocer el patrimonio hidráulico del pueblo, los linares y otros elementos de interés del pueblo.

A esta parte de exposición-divulgación, hay que sumarle otra pata importante: la de la investigación. Estamos en contacto con departamentos de Universidades para que se puedan realizar, por parte de alumnos o de grupos de investigación, labores de recopilación de saberes tradicionales (ecológicos, agronómicos, culturales…) de nuestra Sierra de Guadarrama y del resto de la provincia.

Por tanto, no sólo pretendemos hacer un espacio expositivo, el único en la provincia dedicado a la cultura tradicional del agua y del lino, sino también de divulgación y de investigación.

Herramientas de trabajo del lino

Mientras tanto, estamos en plena elaboración del libro sobre el cultivo tradicional del lino. Mar ya está realizando las ilustraciones, el guión general está diseñado y ya tenemos las primeras versiones de algunos capítulos. Para junio, si la cosa no se tuerce, estaremos presentándolo. ¿Dónde? Ya veremos…

Historia de unas charcas

Finalizamos el fácilmente mejorable 2020 y comenzamos el esperanzador (hasta cierto punto) 2021 con una buena noticia sobre las charcas de nuestro pueblo, Cabanillas del Monte. Algunos de vosotros las conoceréis, porque habéis participado en alguno de los talleres de charcas que hemos realizado a lo largo de todos estos años de nuestra andadura profesional y han sido las protagonistas de uno de los reportajes que nos hicieron en el programa «Aquí la Tierra» de TVE

https://www.rtve.es/alacarta/videos/aqui-la-tierra/animales-plantas-charca/5594870/?fbclid=IwAR2our3M2-9HbEBuXLkJ_SyQQ_b2MW-slWZ0sgWrWIMmThzTk5jWQvS9vgs

Durante el mes de diciembre, gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Torrecaballeros y la dirección de los Parques Natural y Nacional de la Sierra de Guadarrama, que recogieron el guante que lanzamos, se ha procedido al vallado perimetral de las mismas, para evitar la degradación que estaban sufriendo por la existencia de una escombrera y la entrada del ganado. Este último, con sus deyecciones y pisoteo, estaba acumulando un exceso de materia orgánica que producía un enturbiamiento y la imposibilidad de crecimiento de vegetación acuática que servía de refugio y soporte de reproducción a distintas especies de fauna, siendo las de anfibios las más amenazadas.

Proceso de recuperación: eliminación de la escombrera y vallado perimetral

Cuando vinimos a vivir a Cabanillas y comenzamos nuestro proyecto de vida, nos encantaron estas charcas y gracias a distintos muestreos que fuimos realizando, pudimos comprobar la riqueza de fauna que atesoran, con varias especies de anfibios, como los tritones jaspeados y los gallipatos, amén de invertebrados muy interesantes como anostráceos y otros crustáceos, larvas de caballitos del diablo y otros insectos y diversas especies de escarabajos acuáticos. Sin embargo, con el paso de los años, una de ellas ha sufrido una degradación paulatina y la disminución de las posibilidades de reproducción de estas especies de anfibios. De pasar a estar cubierta año tras año de ranúnculos, a estar totalmente desprovista de vegetación y adquirir un color negruzco.

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Charca en 2013
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Charca en 2019

Durante todos estos años hemos ido mostrando a la población la importancia de estas charcas y su protección y niños y mayores han podido ver in situ gran parte de esta fauna con talleres prácticos. Año tras año han tenido un cierto éxito y son uno de los talleres por los que somos más recordados. A través del conocimiento, hemos conseguido que la población local y no tan local, valore estos ecosistemas fundamentales para la conservación de nuestra fauna y flora. Básicamente hemos aplicado nuestro lema «Conocer para Conservar».

Mostrando un tritón jaspeado
Observando a algunos habitantes de las charcas
Grabando el programa de RTVE

Con esta actuación, se pone una piedra más en el edificio de la conservación de nuestros valores naturales y culturales del municipio de Torrecaballeros y Cabanillas en particular. Es una excelente noticia para la Sierra de Guadarrama y su entorno.

Y esta primavera… el agua se salió de madre

Hace unos días hablando con una responsable política salió a colación la reducción de los apoyos en los estudios sobre Segovia tras la desaparición de la Obra Social de Caja Segovia. Recordamos cómo antes de la crisis existían multitud de convocatorias para realizar estudios de muy diversas temáticas: Becas de Investigación, Becas de Medio Ambiente… Casi todos los segovianos tenemos en nuestras casas una amplia colección de publicaciones editadas por la Obra Social. Además, se realizaban multitud de programas educativos para escolares por muchos puntos de la provincia, los famosos «Itinerarios con Encanto», que nosotros tuvimos la suerte de ejecutar durante varios años con bastante éxito.

Hoy se echa mucho de menos aquella efervescencia de actividades: exposiciones, ciclos de conferencias, excursiones, tertulias, presentaciones de libros… La «competencia» se quedó con muchos de sus clientes pero no con aquella filosofía de promover el estudio del terruño apoyando a los investigadores locales y la dinamización cultural del medio rural. Una lástima…

Alguno de esos estudios que fueron premiados, (en este caso va a cumplir este mes de junio 14 años), sigue vivo hoy día y con total vigencia. Comenzó, en principio, con la pretensión de poner en valor los recorridos e importante función medioambiental de cinco caceras de la provincia de Segovia. En ella esbozábamos también la interesante cultura asociada al agua en nuestros pueblos serranos. Su título: «Caceras de la provincia de Segovia: un recorrido por la tradición».

Diez años separan estas dos informaciones

Tras la publicación de aquel libro, muchas personas se pusieron en contacto con nosotros para que fuéramos a visitarles y contarnos muchas cosas alrededor del agua en sus pueblos. Poco a poco, muy poco a poco, en los momentos en los que nuestro trabajo nos permitía, fuimos investigando y haciendo entrevistas a la última generación que vio estos sistemas en pleno funcionamiento, descubrimos el cultivo del lino de la mano de las últimas personas que lo cultivaron en la provincia, nos enseñaron herramientas y recopilamos muchísima información documental histórica acerca de usos y costumbres del agua, agricultura y ganadería. Llegó también un proyecto de Cooperación Interterritorial «Caminos de Agua y Biodiversidad: modelo de Desarrollo Sostenible del Medio Rural» financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, que se quedó en el primer año por falta de financiación posterior (la famosa «desaceleración económica») y una nueva beca de Caja Segovia con el título «Proyecto Charcas: microrreservas de anfibios y su utilidad para la educación ambiental», centrada en el estudio de las especies de anfibios que se reproducen en las antiguas pozas de lino.

La economía cayó en picado, pero no por ello nos desanimamos ni dejamos de investigar y buscar maneras de continuar. Fueron varias las administraciones y entidades donde buscamos financiación y en ninguna tuvieron a bien apoyar el proyecto.  ¿Dónde termina la persistencia y empieza la cabezonería? No lo sabemos, pero decidimos que si nadie quería apoyarlo, tendríamos que ser nosotros los que lo sacaríamos adelante. Y fuimos ahorrando poco a poco para poder editar un libro, hecho a nuestro gusto para, una vez amortizado, poder conseguir fondos para seguir investigando. Así, en diciembre del 2015, salió a la luz «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama». La verdad es que no teníamos lugar donde presentarlo y fue Rubén García de Andrés, alcalde de Torrecaballeros, el que se ofreció a que fuera en el pueblo donde se hiciera oficial esta edición.

Creamos nuestra página de facebook «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama» (de la que muchos sois seguidores) en la que no sólo hablamos de presentaciones o  de cómo va nuestro proyecto, si no también difundimos los valores de la cultura tradicional del agua y de denuncia o preocupación por los intentos de acabar con las caceras segovianas.

Y desde entonces (a día de hoy) han sido 67 las presentaciones que hemos realizado. Gracias a lo que hemos obtenido vendiendo libros, hemos podido hacer otras 21 entrevistas en audio (y ahora también en vídeo) y tenemos esperando a 23 personas para ser entrevistadas. Es un trabajo urgente el poder obtener sus testimonios, porque esa generación está desapareciendo rápidamente. Cuando vuelves a un pueblo en el que has tenido informantes para presentar el libro y esperas encontrarte con ellos para saludarles y te dicen que han fallecido, entra un gran pesar. Esta segunda fase la llamamos «Recuperando la memoria del agua»

En este tiempo se ha pasado a la acción, promoviendo y coordinando distintas hacenderas en Cabanillas y en Torrecaballeros. Tan interesante es rescatar los conocimientos, como recuperar las infraestructuras.

Hacendera en Cabanillas

Un punto importante en estos años ha sido tomar contacto con la Universidad de Granada y el profesor José María Martín Civantos, coordinador del proyecto MEMOLA que se ha encargado, entre otras cosas, de la recuperación de varias acequias en Sierra Nevada y con el que estamos intentamos colaborar en temas similares en la Sierra de Guadarrama. Para nosotros es un gran apoyo para seguir investigando por los ánimos que nos da y las ideas que nos aporta. Otro hito es que se hayan fijado en este trabajo nuestros profesores del Departamento de Ecología de la Facultad de Biología de la Complutense para tratarlo en algunas asignaturas y además realizar prácticas de campo con los alumnos.

Prácticas de campo con alumnos de biológicas en la Cacera del Cambrones

Este estudio también se ha internacionalizado con la asistencia a un Congreso Internacional sobre Usos Históricos del agua en Lisboa y del que se está elaborando una publicación en inglés. El enfoque dado al estudio sobre caceras segovianas llamó mucho la atención y se están estableciendo contactos y alianzas con alguna que otra universidad portuguesa.

También hemos pasado a la vertiente sur de Guadarrama, con el apoyo que hemos tenido siempre del Observatorio para la Conservación del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama  y otras entidades que han visto el interés de este estudio.

Y este invierno y recién iniciada primavera, al igual que nuestros cauces, el proyecto se «ha salido de madre», es decir, se ha desbordado. Las reivindicaciones que hemos realizado en papel y en nuestras charlas se han trasladado a la opinión pública debido a decisiones que delatan la nula concienciación, intereses creados y falta de sensibilidad de aquellos que tienen el deber de hacer que el agua sea para todos y que se respeten los usos tradicionales que han generado paisajes, ecosistemas y que son, además, ejemplos fehacientes de una cultura muy arraigada que ha ido en beneficio del medio ambiente. Estas decisiones nos han hecho tomar partido para evitar la desaparición de estas importantes muestras de patrimonio cultural material e inmaterial.

Cacera del Cambrones

A la vez, hemos comenzado, gracias al Aula de Cultura Hontanar, la creación de una muestra fotográfica de los valores ambientales, culturales e históricos de las caceras. Una exposición fotográfica cuya primera parada ha sido, cómo no, Torrecaballeros. Esta exposición está abierta a todos aquellos colectivos o Ayuntamientos que lo soliciten y estamos ya cerrando fechas con algunos Ayuntamientos interesados.

Exposición en Torrecaballeros

Y no dejamos de investigar ni de recibir peticiones para «ser investigados». Lo urgente de la tarea, por lo dicho antes, de la desaparición a marchas forzadas de la última generación que utilizó a pleno rendimiento estas caceras y la falta de presupuesto (nadie se hace rico, salvo excepciones, escribiendo libros) ha hecho que hayamos iniciado en la vertiente madrileña un proyecto colaborativo de investigación de la cultura del agua. En la vertiente segoviana intentaremos cumplir con las peticiones  que tenemos (23 hasta el momento). Arcones, La Higuera, Tizneros, Valle de San Pedro, Navafría, La Salceda, Carrascal de La Cuesta, Ortigosa, Palazuelos, o Bernuy, son algunos de los lugares  de nuestra geografía donde tenemos previsto llegar en algún momento de este año para recoger testimonios.

Este proyecto colaborativo pretende que sean las personas que viven en los pueblos de la vertiente madrileña los que puedan colaborar de una forma activa en el estudio haciendo entrevistas a las personas mayores dentro de las posibilidades de cada uno. Nosotros coordinaremos y asesoraremos en las dudas que pudieran surgir y recopilaremos la información que se vaya mandando (archivos de audio,vídeo, fotográfico,documental…) y hacer en unos meses una reunión para ver y compartir experiencias. A la gente interesada le mandaremos el modelo de entrevista que tenemos elaborada (y que se puede adecuar a las características de cada pueblo) y luego según vayan obteniendo información y haciendo entrevistas se nos van enviando. Que sea la propia gente de las poblaciones la que recopile la información hará que no se pierda y también funcionará de vínculo afectivo con el medio y cultura local. De momento ya tenemos algunas personas que van a realizar esta labor en algunos puntos de la vertiente sur del Guadarrama.

Cacera en el Soto de Revenga

Este trabajo, si se mira entre líneas, no sólo intenta recuperar los conocimientos culturales tradicionales de nuestros mayores, también sirve para conocer cómo se gestionaba el territorio y cómo deberíamos gestionarlo si queremos conservarlo, más aún si gran parte del territorio está incluido en varias figuras de protección ambiental de índole europea, nacional y autonómica. La pérdida de estos usos supone la pérdida de paisajes y especies de flora y fauna.

Mientras tanto, en la medida de lo posible, seguiremos recorriendo la geografía serrana (y no serrana) hablando de caceras y cultura tradicional del agua. Son algunas conferencias ya las que hemos dado y algunas más que nos quedan en distintos foros. Una ardua tarea que creemos va teniendo sus frutos y que los seguirá teniendo. Nos queda mucha cuerda.

En Galíndez

Limpieza de la cacera de Revenga

Son las 9:30 h de la mañana. En la plaza del Ayuntamiento de Revenga hay reunidos unos 40 vecinos que han ido llegando poco a poco para iniciar la limpieza de la cacera del pueblo que nace en el río Acebeda y que riega el preciado soto del pueblo. Los protagonistas van provistos de palas, azadones y alguna que otra motosierra.

El alcalde saca la lista de las personas que han de ir al trabajo comunal y los va nombrando uno a uno. Algunos no han podido asistir y son sustituidos por algún familiar. Hombres de todas las edades, unidos por el trabajo por el bien común, recorrerán esta mañana del 26 de marzo el vital cauce de agua que dará vida a las cercas y fresnedas durante la temporada de riego.

A las 9:30 se reúnen los vecinos para comenzar a limpiar

El grupo es dividido en dos por el alcalde. Uno irá desde el pueblo siguiendo el canal hacia arriba y el otro irá desde la zona alta hacia abajo. Es este segundo grupo el que tendrá que hacer un mayor trabajo retirando y cortando los pinos y robles caídos al cauce durante el invierno y que provocan la rotura del canal.

Unos días antes, se han reunido para limpiar y «aclarar» las caceras y regueros que van a distribuir el agua por el soto y las cercas, una labor necesaria para que el trabajo que van a realizar hoy, dé buenos frutos. A estas limpiezas están obligados a ir los ganaderos, los propietarios de cercas y las personas que quieran tener suertes de leña.

Comenzamos el recorrido junto a la Nacional 603 y, siguiendo el cauce, se va repasando la cacera limpiando bien el cauce con palas y azadas. Además, se llevan sacos para ir quitando otros desperdicios ajenos al discurrir del agua: latas, botellas, plásticos…

Comenzando a limpiar la cacera

Charlando

La cacera se divide en tres ramales, que se llaman Cacera del Pasadero, Cacera de San Roque y Cacera de Santa María. Cada una de ellas riega una parte del término. Cuatro días a la semana se riegan las cercas particulares y tres días las municipales. Para ello hay una persona responsable que dirige el agua por donde tiene que ir. Antiguamente no había tiempo limitado de riego por parcela, pero ahora sí que cada cerca tiene un tiempo estipulado.

Entre conversación y conversación, terminamos llegando a una zona donde la cacera se rompe con cierta facilidad. Con piedras y céspedes se va rehaciendo el muro. Unos peones van cogiendo el césped y otros lo transportan para ir construyendo la retención. En otros tramos se disponen sacos llenos de tierra que de un año para otro hay que ir renovando. La intención es poder hacer unas estructuras más estables, como paredes de hormigón para evitar las pérdidas de agua y ahorrarse tanto mantenimiento.

Reforzando la cacera con piedras y césped

 

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Unos metros por encima de la cacera de Revenga discurren la cacera del acueducto y la de Hontoria. La relación con las autoridades de la ciudad de Segovia no siempre fue buena. En las Ordenanzas del acueducto de la Reina Doña Juana de 1505 se inserta una provisión de Enrique IV del año 1449, siendo aún príncipe y en ella se habla de las caceras de Revenga y Hontoria de la siguiente manera:

«Lo quinto: por cuanto yo soy informado, é se halla que los dichos concejos de Ontoria é Revenga tienen dos caceras que salen del dicho Riofrio, é van debajo de la dicha cacera real , é por causa de ellas se han hecho en la dicha cacera real muchas quebradas é buhardas por llevar el agua de lo de la dicha cacera real á las dichas sus caceras, é se aprovechan del agua de ella, diciendo que no gozan sino del agua de las vertiente de la dicha cacera; é aun que echaban piedras en la dicha cacera á fin de que el agua que por ella venia se vertiese, é se fuese por sus caceras, que por grandes imposiciones de penas, no se podian escusar de la tomar, quebrantar y hacer daño en la dicha cacera real, y en les quitar el agua á los dichos concejos del dicho Riofrio, sin les dar agua de otra parte para sus menesteres é provision, que sería gran daño e despoblamiento de los dichos lugares: é queriendo en todo proveer é remediar, quiero, y es mi voluntad, que los dichos concejos de Ontoria é Revenga, ni los vecinos é moradores de ellos, de aqui adelante para siempre jamas no tomen ni se aprovechen de agua alguna de dicho Riofrio, ni los dichos concejos, ni algunos de ellos, ni otras personas de cualquier estado, condicion, preeminencia é dignidad que sean, de allí adelante en ningun tiempo ni puedan tomar, ni tomen, ni se aprovechar, ni aprovechen de agua alguna de la dicha cacera real, ni hacer quebradas, ni buhardas, ni en una presa, que es mi merced que en cabo de la dicha cacera se haga, so las penas en las dichas cartas del dicho rey mi señor, é mi padre, é mia contenidas. e que la dicha agua de la dicha cacera quede toda libre y exenta para la dicha mi cibdad, é para mi Alcazar, é para los pilares eé pozos, é para las otras cosas que menester fuere, segun que en las cartas del dicho Rey mi señor y mia se contiene. E porque los dichos concejos de Ontoria é de Revenga hayan é tomen para sus menesteres é proveimiento del agua que viene al dicho Riofrio por el arroyo que dicen de Navatejeda, é lo pasen por canales por encima del dicho Riofrio, é lo pongan, é guien por las dichas sus caceras, é se aprovechen de ello de aquí adelante para siempre jamas, é hagan de ello lo que quisieren como de cosa suya. Y por cuanto soy informado, por informacion que los del dicho mi consejo hobieron, que á ninguna persona viene perjuicio, é si algun perjuicio viniere, yo le recibo en mi para conoser de ello, é hacer lo que con derecho debiere; é mando, é quiero, é tengo por bien que la dicha cibdad, ni otros concejos, ni personas singulares no perturben á los dichos concejos de Ontoria é de Revenga la dicha agua del dicho arroyo de Navatejeda, por cuanto se lo doy en enmienda del agua que ellos habian de llevar del dicho Riofrio, por nueva merced que yo les fago de ello, sopena de dos mil maravedis a cada uno que lo contrario hiciere para mi cámara».

Limpiando la cacera

No se tiene constancia de que se construyera un canal por encima del río ni cuál fue la solución adoptada. Lo que sí sabemos es la existencia de numerosas denuncias de los guardas de la cacera del acueducto sobre desvíos del agua a las caceras de Revenga y Hontoria.

Atravesamos al término de San Ildefonso, entrando en los Montes de Valsaín, entre jarales que van dificultando el paso por la cacera. Llegamos al cruce con el arroyo de Las Charcas y posteriormente con el de Valdeconejos, que aporta caudal a la cacera. A lo lejos ya vemos al grupo que viene desde las cercanías de la presa cacera abajo. Hay un grupo más avanzado, cortando troncos caídos al cauce y que utilizan para construir unos muros de contención, pues en esta zona la cacera también sufre bastante desgaste. Cacera arriba está la otra parte de este segundo grupo que está limpiando el canal de ramas, hojas, piedras…

Reforzando la cacera

 

Reforzando la cacera con troncos

 

Llega el momento de echar el agua y cuatro vecinos marchan hasta la presa para cumplir con la parte que pondrá el broche a esta jornada. Llegamos a la presa, construida con bloques de piedra y por la que rebasa el agua del río Riofrío. Ponen unos sacos y unos troncos y el agua comienza a desviarse por la cacera.

Echando el agua a la cacera

Una vez acabada la misión, en la cola del pantano, espera el refrigerio: cerveza, refrescos, pan, queso, chorizo… Con la charla animada, compartiendo los hechos más relevantes de la jornada, se termina la limpieza de la cacera madre.

Para dar por finalizada la limpieza de la cacera se termina almorzando

Con la construcción de la presa De Puente Alta, el aprovechamiento de las caceras de Revenga y Hontoria quedaron relegados a los meses de marzo a junio, siempre y cuando hubiera sobrante, es decir, la presa rebosara. En el momento que deja de existir sobrante, cesa el aprovechamiento de ambas caceras.

Lamentablemente, la cacera de Hontoria lleva bastantes años en desuso. Su cauce está roto en varios puntos y por ella ya no discurre el agua que regaba los prados y dehesas de este pueblo. Sin embargo, como vemos, la cacera de Revenga sigue viva y sus vecinos mantienen la costumbre de trabajar por el bien común no sólo de su pueblo, sino también del nuestro, conservando un lugar de gran belleza paisajística, cultural y ambiental como es el Soto de Revenga. Y esperamos que sea por muchos años.

La cacera de Revenga es necesaria para mantener el Soto

Agradecemos a Alfonso Nevado, alcalde de Revenga y a todos los vecinos participantes, su acogida el día de la limpieza y los testimonios recogidos, que nos servirán para continuar estudiando los usos tradicionales del agua en la Sierra de Guadarrama.

Soto de Revenga