Historia de un edificio: el ecomuseo del pastor del agua

Como hemos comentado en más de una ocasión, el edificio donde se ubica nuestro ecomuseo tiene un pasado muy ligado a la actividad trashumante y lanera desde, al menos, el siglo XVIII. Aquí os contamos cómo hemos ido reuniendo las piezas del puzzle para intentar desentrañar la historia del edificio.

Hace unos 19 años, cuando adquirimos el pajar donde hoy se ubican nuestra casa rural El mirador de la cigüeña y nuestra vivienda (y oficina), que se hayan anexas al futuro ecomuseo no nos imaginábamos la historia que poco a poco hemos ido recomponiendo. Si en aquel momento hubiéramos sabido lo que hoy sabemos, las cosas quizás habrían sido diferentes en la restauración del edificio. Nuestra intención era respetar al menos parte de la estructura del mismo, pero no pudo ser así, ya que algunas paredes se encontraban en mal estado y hubo que derribarlas, rehaciéndose posteriormente respetando los materiales de la zona.

Vista de la Calle Cigüeña (antigua calle de la Iglesia) en el año 2003. A la izquierda, el primer edificio que sobresale es nuestro pajar, hoy casa rural y nuestra casa. El siguiente edificio, con la pared un poco más blanca, es el futuro ecomuseo.

Para cuando ya estaba iniciada la obra, recibimos una carta de la Junta de Castilla y León para hacer comprobaciones de la edad y estado del edificio de cara al valor de la compra venta, para lo cual tuvimos que presentar unas escrituras del año 1960 en las que se hablaba del pajar como un encerradero perteneciente a Ciriaco Pinillos Gil (el bisabuelo de Mar) por compra a Dª Ventura Contreras y López de Ayala, el 3 de febrero de 1920. Eso demostraba que el edificio tenía una cierta edad y el asunto quedó ahí, durmiendo durante unos cuantos años.

Vista del pajar antes de la rehabilitación en el año 2004. A la izquierda, el futuro Ecomuseo.

Terminamos las obras y en alguna conversación con los padres de Mar salió el tema del bisabuelo, su vida y de cómo fue adquiriendo diversas fincas, entre ellas el pajar donde tenemos nuestra casa. Ventura Contreras y López de Ayala, hija de Luis Antonio Contreras Thomé (7º Marqués de Lozoya) reunió las posesiones que la familia Lozoya tenía en Cabanillas, entre ellas el esquileo.

Fue pasando el tiempo y en 2020 se nos presentó la oportunidad de adquirir el edificio y corral anexos a nuestra casa, trámite que logramos hacer en enero de 2021. A partir de ese momento nos pusimos manos a la obra para diseñar el Ecomuseo del Pastor del Agua, un sueño de muchos años y que pretende convertirse en referencia de los estudios sobre la gestión tradicional del territorio, además de centro de actividades medioambientales y de promoción de la bioeconomía.

Este edificio también había sido usado como pajar durante muchos años y contaba también con un corral. Una de las primeras actuaciones que hicimos fue la de ir limpiando el interior, que contaba con una gran cantidad de hierba y paja acumulada, muchísimos sacos vacíos de pienso y multitud de residuos. También aparecieron trillos y diversas herramientas y objetos, algunos de los cuales se recuperarán para el nuevo espacio.

Más o menos limpio, cuatro elementos nos llamaron mucho la atención: las paredes interiores se parecían mucho a las del esquileo de Cabanillas, la presencia de una gran piedra que parecía la base de apoyo de un pilar muy parecida también a las del esquileo, el empedrado del suelo y la existencia de lo que parecía ser una puerta cegada formada por dos mochetas que entremezclaban ladrillo y piedra, similares a los edificios del siglo XVIII que tenemos por la zona.

Vista exterior de la puerta cegada, en la que se puede apreciar un pequeño ventanuco. En la base hay una gran piedra de granito alargada que se ubicará en el patio del ecomuseo.
Vista interior de la puerta cegada.
Suelo empedrado

Fue en este momento cuando nos comenzó a picar la curiosidad. Recordamos la compra del pajar del bisabuelo de Mar a la heredera del esquileo de Cabanillas y la descripción del edificio como encerradero. Con motivo de los trabajos para la recuperación de las pozas de lino de La Aldehuela consultamos el Catastro de la Ensenada de Torrecaballeros, municipio al que pertenece Cabanillas. Si eso era un encerradero y perteneció a los marqueses de Lozoya, este edificio debía formar parte del complejo lanero. Y, o bien pertenecía a los propietarios del esquileo en aquel entonces, D. Miguel Antonio de Dueñas, o bien a la persona que esquilaba allí, D. Gabriel de Herrera y Silva y que luego compró el mismo años después de la redacción del catastro (y cuyos descendientes emparentaron con los marqueses de Lozoya, pasando el edificio después a esta familia). El catastro de la Ensenada da noticias de los diferentes edificios pertenecientes a ambas personas. En el caso de Gabriel de Herrera y Silva aparece un corral junto a la iglesia, aunque por los linderos y medida no parece ser el que nos ocupa. D. Miguel Antonio de Dueñas tenía un encerradero también junto a la iglesia y según los linderos podría ser, aunque el tamaño no parece cuadrar con las actuales dimensiones.

Otros documentos que manejamos fueron los procedentes del Archivo de la Nobleza referentes al esquileo, de los fondos de Vivero. En ellos se encuentra la escritura de compra del esquileo y de los edificios anexos por parte de Gabriel de Herrera y Silva. En él no se habla de linderos para poder identificar la ubicación de las diferentes instalaciones de las que disponía. Sabemos que los herederos de D. Gabriel de Herrera y Silva hicieron compras de diversos edificios y prados en Cabanillas, engrosando la lista de bienes que ya de por sí tenían.

El edificio del ecomuseo antes del inicio de la rehabilitación.

Con estos indicios, no teníamos ninguna duda del origen del edificio, que se sumaban a las similitudes constructivas. Para terminar de salir de dudas, acudimos al Archivo Provincial de Segovia y acceder al protocolo notarial donde se encontraban las escrituras de compraventa del pajar por parte de Ventura Contreras y López de Ayala. Lo que nos encontramos nos sacó de todas dudas y nos arrojó muchas respuestas sobre Cabanillas. El 3 de febrero de 1920, Dª Ventura se deshace de varios edificios de Cabanillas, los que sus antepasados fueron reuniendo, ya que su situación económica no era la mejor. Y entre todas las ventas, ahí estaba la que correspondía a nuestra casa y al ecomuseo. Su descripción no dejaba lugar a la imaginación:

«Un encerradero en Cabanillas, Ayuntamiento de Torrecaballeros, en la calle de la Fuente, señalada con el número siete, con un corral y cerquilla de labor, mide el encerradero cuatrocientos treinta y seis metros, sesenta y tres centímetros y el corral y la cerquilla mil ciento catorce metros sesenta centímetros y todo ello mil quinientos cincuenta y un metros veinte centímetros y linda al frente plazuela o calle de la Fuente, derecha calle de la Iglesia, izquierda casa taberna del pueblo y espalda cerca de Julián Llorente».

El edificio se divide en cuatro partes iguales de 387 metros y ochenta centímetros cuadrados y se vende a cuatro vecinos del pueblo: Marcelino Sanz Herrero, Ciriaco Pinillos Gil (el bisabuelo de Mar), Pedro Llorente Llorente (la parte que será el ecomuseo) y Paulino Marcos Llorente. Posteriormente, entre los compradores hicieron las divisiones entre las distintas fincas en que quedó dividida la parcela inicial y que son las que existen en la actualidad.

Cerchas fabricadas con las vigas existentes en el edificio.

Llegados a este punto, en el que se demuestra la vinculación del ecomuseo con el esquileo de Cabanillas, nuestra idea es la de mantener en la medida de lo posible la esencia del edificio. Para ello se ha mantenido la mayor parte de las paredes originales, abriendo además la puerta ciega y manteniendo su estructura de piedra y ladrillo. Se ha restaurado el portón de entrada original, se reutilizarán las tejas del edificio y las que se tengan que reponer serán las procedentes del último tejar que hubo en funcionamiento en el pueblo de Melque de Cercos, al igual que los ladrillos macizos y las baldosas de barro que irán en los balcones. Las piedras de las que hemos hablado anteriormente se reubicarán en el corral-patio del ecomuseo, las impresionantes vigas de madera que soportaban el edificio se han reconvertido en las cerchas que sujetarán el tejado y el revoco de las paredes de piedra será, en la medida de lo posible, de cal, tal y como estaban revocadas antiguamente.

No está siendo fácil el proceso de rehabilitación, pero poco a poco vamos avanzando. Para el mes de marzo tenemos preparada una muy buena noticia de la que os daremos cuenta. Si os ha gustado esta entrada y queréis colaborar con la creación del ecomuseo, con una donación o compra, podéis hacerlo en esta página: https://www.ecomuseoelpastordelagua.es/tienda

Un otoño para reiniciarse

Después de un verano tranquilo (aunque no hemos dejado de hacer cosas), volvemos este mes de septiembre con alguna que otra actividad. A medida que vayamos cerrando fechas os iremos informando a través de nuestra lista de correo. Os podéis apuntar en el correo info@tenadadelmonte.es o en el formulario de contacto de nuestra web www.tenadadelmonte.es

Durante el mes de julio se ha llevado a cabo la restauración de las pozas de lino de La Aldehuela (Torrecaballeros), proyecto que elaboramos y hemos dirigido. Haremos una entrada en el blog dedicado a este proyecto. En octubre se realizarán dos actividades relacionadas con este proyecto: una visita guiada en la que se explicará la restauración y una hacendera entre varios pueblos para terminar de limpiar el tramo de cacera que llega a las pozas. Ya os informaremos.

Pozas de lino durante la restauración
Pozas de lino durante la restauración

El próximo día 18 de septiembre, dentro de la Noche del Patrimonio que organizan las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, haremos una visita guiada de una hora de duración a varios jardines de Segovia, en la que explicaremos su historia, especies presentes… El límite de participantes se ha puesto en 12 personas y se gestionará todo a través de Turismo de Segovia.

Con Turismo de Segovia también realizaremos la visita por el Caz del acueducto el domingo 10 de octubre, con motivo de los Domingos de Patrimonio. Las inscripciones también se realizarán a través de Turismo de Segovia.

Para octubre (además de lo que os hemos comentado de las pozas de lino), tenemos preparada una ruta especial, que será de mañana y tarde, dedicada a uno de los personajes singulares de nuestra Sierra de Guadarrama, en la que recorreremos algunos de los lugares donde se hizo famoso. Este hilo conductor nos permitirá conocer una zona muy rica en patrimonio natural, cultural y geológico. La fecha dependerá de las distintas actividades que vayan surgiendo con distintas entidades.

Azud del acueducto

Por otro lado, seguimos adelante con el proyecto de Ecomuseo del Pastor del Agua. En breve nos dirán si obtenemos o no la subvención que hemos solicitado. Independientemente de si nos la conceden o no, seguramente a inicios del 2022 iniciaremos las obras, dado que el estado del edificio requiere ya intervención. Si no obtenemos la subvención, iremos poco a poco realizando la obra. No obstante, pondremos en marcha un crowdfunding para aquellas personas que nos habéis ofrecido ayuda y aquellos que se quieran sumar, podáis hacerlo.

Para este proyecto contamos con el apoyo de la Universidad de Granada (con la que hemos firmado un convenio de colaboración para apoyarnos en el tema expositivo a través del Laboratorio de Arqueología Biocultural, dirigido por el profesor José María Martín Civantos), la Universidad Autónoma de Madrid, con la que estamos colaborando en distintos proyectos y la Universidad Complutense de Madrid con la que también queremos comenzar a realizar cosas.

Ya tenemos logotipo del Ecomuseo, realizado por el artista local Mariano Carabias y que recoge perfectamente el espíritu del centro. En este mes de septiembre lo llevaremos a imprenta para dar el toque definitivo. Este mismo logotipo lo recreará Mariano en un esgrafiado mural en la fachada trasera del ecomuseo y en una placa en la fachada principal.

También estamos trabajando a contrarreloj para poder tener la publicación sobre el lino antes de fin de año. Hemos podido recoger algunos testimonios más que complementarán lo que ya teníamos. Además, la inclusión de información oral y escrita de la vertiente madrileña ha hecho que se retrasara un poco todo. Agradecemos a Raquel Santos y a Francisco Cañizares, la información recogida en diversos pueblos de la Sierra Norte madrileña.

Entrevistando en Alquité

Y todo esto sin dejar de investigar. Este otoño queremos seguir investigando en varios pueblos de nuestra provincia en los que, o bien nos faltan informantes o bien tenemos que «repreguntar» ya que los informantes a los que entrevistamos fallecieron.

Como veis, «seguimos en la brecha». Nos vemos.

Restaurando caceras, recuperando ecosistemas (y prácticas culturales)

Una de las aplicaciones de nuestro trabajo de investigación sobre la importancia de las prácticas y conocimientos tradicionales del uso del agua en la Sierra de Guadarrama es la recuperación de las caceras. Entendemos que la restauración de estas importantes conducciones es fundamental para la conservación de nuestros paisajes, declarados Parque Natural, Parque Nacional y también situados en su Área de Influencia Socioeconómica. Es vital la recuperación de sus funcionalidades para mejorar el estado de los ecosistemas circundantes, pero a su vez también es necesaria la vuelta a las prácticas culturales que permiten su mantenimiento. Nos referimos a las hacenderas.

Cacera de San Medel

Es evidente que la importancia económica de las caceras no es la misma que hace 30 años, o incluso menos, pero esa importancia ha derivado en ambiental (que siempre tuvieron, por otro lado). El mantenimiento de estos cauces, salvo contadas excepciones, ya no es para el riego de huertos o linares que jalonaban los alrededores de nuestros pueblos y que lamentablemente han sucumbido al ladrillo, pero sí para el riego de prados y dehesas para la ganadería extensiva y para mantener la biodiversidad que generan a su paso: fresnedas, robledales, charcas temporales… Es este último enfoque (aunque no es el único), el que ha de servir para defender estas centenarias conducciones.

Una de las labores que hemos realizado estos últimos años, es el de contactar con grupos de investigación o facultades universitarias para mostrarles la importancia de las caceras y difundir sus valores de todo tipo. Fruto de ello es la realización de actividades de recuperación de tramos de caceras, estudio de elementos asociados a ellas y la realización de salidas de campo para dar a conocer los manejos tradicionales del elemento agua en algunos de nuestros pueblos.

Explicando la restauración de las pozas de lino de La Aldehuela a alumnos de la UCM (Grado en Biología)

Durante la pasada semana, hemos realizado con alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid, de las asignaturas de Sistemas Ambientales del Grado de Biología y de Restauración de Ecosistemas del Grado de Ciencias Ambientales, la recuperación de un tramo de la Cacera de San Medel, concretamente, del ramal del Cuarto que se dirige a las pozas de lino de La Aldehuela y posteriormente a los términos de Basardilla y Brieva.

El estado inicial de este tramo era desolador: los dientes estaban medio ocultos, el ramal totalmente acenagado y tan sólo se intuía el cauce. La primera labor fue la de reabrir de nuevo el canal, desbrozando y haciendo el canal. Posteriormente, se echó el agua para ver los niveles y dónde había que cavar más para que el agua corriera. Toda una lección práctica a los alumnos, que pudieron comprobar de primera mano el esfuerzo que debió realizarse para abrir en la Edad Media este canal. Ese primer día, los alumnos de Biología, cumplieron con creces el objetivo.

Y aquí os dejamos la reacción de los alumnos cuando se consiguió que el agua discurriera por todo el canal recién abierto.

Al día siguiente, el turno fue para los alumnos de Ciencias Ambientales. El reto era continuar el trabajo iniciado por sus compañeros el día anterior y, para ello, había que desbrozar un tramo de unos 50 metros totalmente cubierto por vegetación espinosa, árboles secos y caídos, que interrumpían el discurrir del agua, además de rehacer el canal para que el agua siguiera su curso. El trabajo fue agotador, pero dio sus frutos. Se consiguió recuperar ese tramo y otros doscientos metros.

Aún queda un tramo por recuperar, que pensamos debería quedar ya en mano de los pueblos y sus vecinos, lo más difícil está ya hecho. En estas actividades es muy importante la colaboración e interés de los Ayuntamientos, porque además son (o deberían ser) los más interesados en el mantenimiento y conservación de estas infraestructuras. En nuestro caso, siempre hemos tenido el apoyo y colaboración del Ayuntamiento de Torrecaballeros, que se ha volcado en la recuperación de hacenderas en los núcleos de población que componen el municipio. No queremos dejar de agradecer a Víctor Manuel Pardo Moreno, concejal de Medio Ambiente de Torrecaballeros, así como al Alcalde Rubén García de Andrés y al resto de corporación, su predisposición a acoger estas actividades y potenciarlas.

Tras la tarea, la comida ofrecida por el Ayuntamiento de Torrecaballeros

Las hacenderas generan en los participantes sentimiento de pertenencia e impulsan la conservación del entorno más cercano, siendo un ejemplo de Educación Ambiental de primer orden. Las personas que intervienen se convierten en los mejores embajadores de la recuperación de estos espacios. Por este motivo, la restauración de las pozas de lino de La Aldehuela seguirá este método participativo, con la convocatoria de dos hacenderas, una para hacer labores previas de extracción de la capa superficial del lecho de las mismas, donde se encuentra el banco de semillas, huevos y formas de resistencia de diversos invertebrados y otra para volver a extender esta capa una vez realizada la obra civil.

Estos proyectos de participación ciudadana son extrapolables a muchos otros pueblos, pues es mucho el trabajo por hacer en este ámbito y en otros de recuperación del patrimonio cultural y natural. Es cuestión de querer y apostar por ello… ejemplos de que se puede conseguir, los hay.

Hay veces que…

Hay veces que las oportunidades salen cuando menos te lo esperas y hay que decidir rápidamente lo que hacer. Eso nos ha ocurrido este verano cuando, el pajar de al lado de nuestra casa y sede, salió a la venta. Desde hace mucho tiempo nos rondaba la idea de dar una vuelta de tuerca a todo lo que llevamos haciendo de recuperación de saberes tradicionales vinculados al agua, la cultura del lino… y, además, tener un espacio en el que poder hacer los talleres de nuestra «Escuela de naturalistas» y otras actividades y así poder ofertarlas regularmente sin necesidad de estar buscando local o que los Ayuntamientos y otras entidades decidan contratarlos.

Sin casi dudarlo, decidimos la adquisición del pajar con su corral, algo que hemos hecho efectivo en estos días. Es un buen ejemplo de la arquitectura tradicional serrana, con mampostería de piedra y vigas de madera. Su estado de conservación no es el óptimo, lo que nos obligará a acometer reformas profundas que llevarán su tiempo y más con esta situación tan complicada en la que estamos. Calculamos que en un año, con muchísima suerte, podremos iniciar la reforma e ir poco a poco convirtiéndolo en lo que queremos.

Pajar y corral

Vista del corral y del pajar

Las primeras actuaciones que haremos serán las de limpieza del interior del edificio y del corral, en las que es probable que nos encontremos con alguna joya, que intentaremos restaurar y aprovechar. Esto nos llevará su tiempo, pues hay muchas cosas inservibles que se han acumulado y hay que deshacerse de ellas. Es algo que iremos haciendo poco a poco.

Interior del pajar

Así, el nuevo edificio se convertirá en el Museo del Pastor del Agua, dedicado a las caceras y la cultura del lino, donde habrá una exposición en la que se mostrarán todas las herramientas y labores que estamos recopilando y que pretendemos ampliar mediante compra o donaciones.

Además, este espacio servirá para realizar los talleres y algunas charlas, cursos y conferencias que tenemos en mente.

Por otro lado, se realizarán visitas interpretativas por los alrededores de Cabanillas del Monte para conocer el patrimonio hidráulico del pueblo, los linares y otros elementos de interés del pueblo.

A esta parte de exposición-divulgación, hay que sumarle otra pata importante: la de la investigación. Estamos en contacto con departamentos de Universidades para que se puedan realizar, por parte de alumnos o de grupos de investigación, labores de recopilación de saberes tradicionales (ecológicos, agronómicos, culturales…) de nuestra Sierra de Guadarrama y del resto de la provincia.

Por tanto, no sólo pretendemos hacer un espacio expositivo, el único en la provincia dedicado a la cultura tradicional del agua y del lino, sino también de divulgación y de investigación.

Herramientas de trabajo del lino

Mientras tanto, estamos en plena elaboración del libro sobre el cultivo tradicional del lino. Mar ya está realizando las ilustraciones, el guión general está diseñado y ya tenemos las primeras versiones de algunos capítulos. Para junio, si la cosa no se tuerce, estaremos presentándolo. ¿Dónde? Ya veremos…

Historia de unas charcas

Finalizamos el fácilmente mejorable 2020 y comenzamos el esperanzador (hasta cierto punto) 2021 con una buena noticia sobre las charcas de nuestro pueblo, Cabanillas del Monte. Algunos de vosotros las conoceréis, porque habéis participado en alguno de los talleres de charcas que hemos realizado a lo largo de todos estos años de nuestra andadura profesional y han sido las protagonistas de uno de los reportajes que nos hicieron en el programa «Aquí la Tierra» de TVE

https://www.rtve.es/alacarta/videos/aqui-la-tierra/animales-plantas-charca/5594870/?fbclid=IwAR2our3M2-9HbEBuXLkJ_SyQQ_b2MW-slWZ0sgWrWIMmThzTk5jWQvS9vgs

Durante el mes de diciembre, gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Torrecaballeros y la dirección de los Parques Natural y Nacional de la Sierra de Guadarrama, que recogieron el guante que lanzamos, se ha procedido al vallado perimetral de las mismas, para evitar la degradación que estaban sufriendo por la existencia de una escombrera y la entrada del ganado. Este último, con sus deyecciones y pisoteo, estaba acumulando un exceso de materia orgánica que producía un enturbiamiento y la imposibilidad de crecimiento de vegetación acuática que servía de refugio y soporte de reproducción a distintas especies de fauna, siendo las de anfibios las más amenazadas.

Proceso de recuperación: eliminación de la escombrera y vallado perimetral

Cuando vinimos a vivir a Cabanillas y comenzamos nuestro proyecto de vida, nos encantaron estas charcas y gracias a distintos muestreos que fuimos realizando, pudimos comprobar la riqueza de fauna que atesoran, con varias especies de anfibios, como los tritones jaspeados y los gallipatos, amén de invertebrados muy interesantes como anostráceos y otros crustáceos, larvas de caballitos del diablo y otros insectos y diversas especies de escarabajos acuáticos. Sin embargo, con el paso de los años, una de ellas ha sufrido una degradación paulatina y la disminución de las posibilidades de reproducción de estas especies de anfibios. De pasar a estar cubierta año tras año de ranúnculos, a estar totalmente desprovista de vegetación y adquirir un color negruzco.

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Charca en 2013
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Charca en 2019

Durante todos estos años hemos ido mostrando a la población la importancia de estas charcas y su protección y niños y mayores han podido ver in situ gran parte de esta fauna con talleres prácticos. Año tras año han tenido un cierto éxito y son uno de los talleres por los que somos más recordados. A través del conocimiento, hemos conseguido que la población local y no tan local, valore estos ecosistemas fundamentales para la conservación de nuestra fauna y flora. Básicamente hemos aplicado nuestro lema «Conocer para Conservar».

Mostrando un tritón jaspeado
Observando a algunos habitantes de las charcas
Grabando el programa de RTVE

Con esta actuación, se pone una piedra más en el edificio de la conservación de nuestros valores naturales y culturales del municipio de Torrecaballeros y Cabanillas en particular. Es una excelente noticia para la Sierra de Guadarrama y su entorno.

El legado del agua en la Cacera del Cambrones: la toponimia.

La Cacera del Cambrones, formada en la actualidad por los pueblos de Trescasas, Sonsoto, Palazuelos, Tabanera, San Cristóbal y La Lastrilla es, sin duda alguna, una de las que «más solera» tiene de las existentes en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama. Este fin de semana, el sábado 30 de mayo, precisamente, se tendría que haber celebrado el día grande de esta cacera, el Día de la Cacera Mayor, la limpieza comunal de La Cacera Madre (aquí tenéis el artículo que hicimos en el 2013: https://escueladenaturalistas.com/2013/05/27/dia-de-la-cacera-mayor-del-cambrones/

Del año 1401 son sus ordenanzas más antiguas conservadas, en las que se habla de una costumbre antigua. En ellas se habla de las razones por las que se redactan: «porque sepan todos los omes del mundo que agora son e seran de aqui adelante como e en que manera an de usar entre si el agua que viene por la cabcera de rio Cambrones termino de la cibdad de Segovia para regar los linos e prados e otras cosas que con la dicha agua se suele e de cuia e pertenencia regar y para todos los aprovechamientos que de la dicha agua se devian aprovechar comunmente en las aldeas de Palazuelos e de Tabanera del Monte e de Sonsoto e de Trescasas e de San Chriptobal con Aragoneses e de Ojalvilla […]«.

Traslado de las Ordenanzas de 1401

En este apartado se nos habla de dos elementos del paisaje que han permanecido en estos pueblos hasta los años del «boom» del ladrillo, que desconfiguró totalmente la estructura de los pueblos y sus alrededores. Muchos habrán conocido aún los prados cercados con buenos ejemplares de fresnos o de álamos que aquí y allá salpicaban las poblaciones y los linares cultivados, eso sí, ya de patatas y no de la planta que les dio nombre y que tan importante fue en las localidades durante muchos siglos. Hoy la mayor parte de estos suelos, los más productivos, han sido urbanizados. Una costumbre, urbanizar los mejores suelos, que no es exclusivo de nuestra provincia, pero que denota una falta absoluta de planificación.

Durante unos cuantos meses hemos estado en el Archivo Histórico Provincial, consultando los libros del Catastro de la Ensenada de mediados del siglo XVIII para recopilar la toponimia de cada uno de los pueblos en los que tenemos documentados caceras, desde Otero de Herreros hasta Grado del Pico. Esta toponimia de regadío recogida, pueblo por pueblo, será uno de los capítulos del libro sobre el lino que pretendemos publicar el año que viene casi por estas fechas.

Junto al antiguo despoblado de Aragoneses

La lectura de la descripción de cada uno de los linares, prados cercados, abiertos, tierras de labor… te traslada a esa época y a imaginar cómo serían nuestros pueblos y el cambio tan brutal en el paisaje en los últimos 40 años, puesto que no fue hasta los años 80 cuando las localidades protagonistas de esta entrada no comenzaron a cambiar tan profundamente. Una tarea que se podría hacer (lanzamos el guante por si alguien quiere colaborar) es usar mapas antiguos del pueblo y del término para poder ubicar muchos de estos prados, tierras y linares apoyándose en la gente mayor que aún recuerda cómo eran los pueblos.

Tomando como referencia el citado Catastro de la Ensenada, a continuación enumeramos los nombres de los linares y prados de regadío de cada uno de los pueblos pertenecientes a la Cacera del Cambrones. En el caso de La Lastrilla, no se dice nada más que se regaba una dehesa boyal. Nosotros, en otras publicaciones, hemos encontrado el nombre de algún linar, ubicado, precisamente, en la zona llamada «Ojalvilla». Hay que tener en cuenta, en lo que se refiere a las superficies de los términos municipales, que en Palazuelos, Tabanera, Sonsoto y Trescasas, la parte situada por encima de la carretera de La Granja a Torrecaballeros, pertenecía a la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia y no se consideraba dentro de los límites administrativos de los términos municipales, aunque estuvieran ubicados en los mismos. Hemos de tener en cuenta que la elaboración del Catastro de la Ensenada tenía un fin fiscal, por lo que en algunos casos se omitía información. Aún así, es la herramienta más detallada para conocer cómo se explotaba el territorio en el siglo XVIII.

TRESCASAS

A mediados del siglo XVIII, la superficie del término era de 483 obradas, algo más de 193 hectáreas. De ellas, se regaban unas 223 obradas, un poco más del 46 %. De estas 223 obradas, unas 83 (algo más de 33 hectáreas) eran de linares y 140 (unas 56 hectáreas) de prados de regadío, muchos de ellos cercados de piedra. También sabemos por otros documentos, que en esa fecha, algunos linares se habían convertido en prados para la alimentación del ganado lanar que venía a esquilarse a los distintos esquileos del pueblo.

Algunos de los linares y prados de regadío se ubicaban en el propio casco, y el paraje no recibía ningún nombre concreto, y en algunos casos podemos adivinar más o menos su situación gracias a los linderos, algo que ocurre también en algunos otros pueblos protagonistas de esta entrada. Hay que recordar que, cuando se habla de la iglesia, se refiere al antiguo templo de origen románico dedicado a San Benito, que estaba situado donde se ubica en la actualidad el cementerio, la actual iglesia no estaba construida. Así pues, comenzamos con los nombres de parajes recopilados:

Linares: Camino de Segovia, Linar de la Yta, Linar de Plaza, los Espinillos, el Linar de las Dos Piernas, Barrial, Cerca López, Prado Redondo, caz de La Lastrilla, Berrocalejo, en el casco del lugar (lindando al sur y poniente con las eras), Vimbrera, la Cerquilla (lindando a oriente con el encerradero del esquileo de la Cartuja y sur con camino que va a Segovia), por bajo de la Cerquilla, La laguna, Calleja de la Iglesia, Rincón de la Cerca del Palomar, por bajo del Rincón de la Cerca del Palomar, la Zarza del Avenal, Bajada del Linar de la Yta, Eras del Barrio de Arriba, Calleja del Fraile, el Plantío, la Cerquilla del Conde, Cerca del Fraile, en el casco (entre la fragua y la iglesia) y Linar de Moya.

Prados de regadío: En algunos casos se hace referencia a si estaban cercados o no. Entre los cercados tenemos: Cerca del Mingote, Huerto de los Cepos, por encima del Huerto de los Cepos, calle pública de la iglesia, Prado Redondo, Prado de la Reina, el Barrial, el Fresno, el Charco Manantío, la Cerca Vieja, Cerca del Palomar,la Cerca de la Alberca, la Preturilla, Cerca de López, Pesquera, la Parramera y Bajada del Charco Manantío.

En el caso de los prados abiertos, había algunos situados en los mismos parajes que los cercados o, por lo menos, no se especifica: Cerca Vieja, Berrocalejo, Bajada del Caz, las Eras, Retamalejo, Moya, Zarza del Avenal, Prado Semeno, Cerquilla, Cerca de la Peña Gorda, Huerto de los Cepos, la Preturilla, Prado Nuevo, Charco Manantío, bajada del Charco Manantío, Bajada de la Preturilla, Chopo Bajero, junto al caz que baja de la iglesia, al Caz de la Iglesia, la Laguna, Linares del Fraile, la Parra, las Peñuelas, la Tierra del Tesoro, los Portillos, Cerca del Fraile, Encimada del Barrial, Portera de los Portillos y Rincón de la Fuente Antigua.

Como todo pueblo en el que se cultivaba el lino, existía un lugar conocido como «las pozas», donde se maceraba esta planta textil y cuyo lugar se conserva hoy con ese nombre, convertido en un parque de trazas modernas.

Una de las antiguas pozas de lino de Trescasas

SONSOTO

La superficie del término era de 634 obradas y media, casi 254 hectáreas. De ellas, se regaban unas 287 obradas,  un poco más del 45 %. De estas 223 obradas, unas 99 (casi 40 hectáreas) eran de linares y el resto (algo más de 75 hectáreas) de prados de regadío. Al igual que en Trescasas, hay que decir que la iglesia, dedicada a San Pedro, estaba situada en otro punto. Como en Trescasas, había una cerca dedicada a las pozas de lino, situada hoy por detrás de unos chalés y en estado de abandono.

Linares: Calleja de Segovia, la Cabra, Canal, Cerca Nueva, el Pico, Prado de las Azas, Bajada del Lomo, Linares del Camposanto, en el casco (lindando al Sur con corral del Concejo y al Norte con huerto del esquileo), en el casco en la calle que va a Trescasas, en el casco, con frutales, en el casco lindando con posesiones del esquileo, en el casco lindando con la cacera que va a los linares del Concejo, en el casco lindando con huerto cercado de la iglesia, el Lomo, el Linar del Moral, Linares de los Abades, los Ejidos, Linares Concejiles (Concejil), la Fragua, los Alamillos, la Onvieja, los ¿Treve?, Garonverta, Cagamesinos, Prado de Socasa, los Pradillos, Cerezuelo, Prado Sazes, Caz de San Cristóbal, la Peña, junto a la iglesia, Cerca Caída, Fuentillerto, Bajada de la Calleja, en el casco lindando al norte con las eras, el Rincón, el Vadillo, la Estevilla, los Espinillos, la Viguilla, la Paradeja, a la Iglesia, las Charcas, la Fuente Antigua, Pradillo de la Paradeja y el Camino Viejo de las Charcas.

Prados de regadío: Al igual que en el caso de los linares, nos encontramos con prados salpicando el disperso casco urbano, la mayor parte cercados de piedra: a la salida del lugar hasta Trescasas, lindando con la cacera que baja de las pozas, junto a las eras, en las eras lindando con la cacera que va la iglesia, por encima del esquileo, otro lindando al sur con la salida de las eras y Fuente Nueva. Otros prados cercados eran la Cerca Grande, la Cerca Nueva, en las Pozas, los Nabos, el Arroyo, prados de la Iglesia, en el Camino de Palazuelos, el Vadillo, el Palomar, los Perales, la Arroyada o la Cerca del Chantre.

Los prados abiertos de regadío se encontraban en la Fuente Antigua, la Orcajada, Prado de Dueña, Concejil, Fuentillerto, la Dehesa, la Asomadilla, Carramingos, Cerca de los Perales, la Paradeja, las Charcas, Prado de los Azes, Cerca de Peñafresno, La Alcabala, Los Abades, el linar del Moral, la Arroyada, los Espinillos, Cagamesinos, Cerca del Trigo, calleja de la Fuente Antigua, el Tomadero del Agua, la Onvieja, Prado de Socasa, Fuente Ojalva, de Doña Mónica, la Solana de la Onvieja y la Presa de la Alcabala.

TABANERA

La superficie del término era de 738 obradas y media, poco más de 295 hectáreas. De ellas, se regaban unas 152 obradas, un poco más del 20 %. De estas 152 obradas, unas 62 (casi 25 hectáreas) eran de linares y el resto (36 hectáreas) de prados de regadío.

Linares: Como en la mayoría de estos pueblos, los linares se encontraban en las cercanías, cuando no dentro, del núcleo habitado. Así, algunos se encontraban cercados «de canto», como los situados en las Eras de Arriba, Las Huertas, Camino de La Granja (este con 10 álamos en su interior), los Pradillos, junto a la Iglesia, «como se sale a San Cristóbal» (uno de ellos con 20 álamos), en la Encimada o la Cerca Grande. Los otros linares del término se encontraban en el Pradejón, los Pozuelos, la Asomadilla, en el Camino de la Sierra, el Valle, los Alamillos, la Estivilla (o Estevilla), en las Eras de Abajo (las dividía el camino del Barrero), el Pedazo, en el camino de las Asomadilla, en la encimada de la Asomadilla, por encima de la Huerta, la Fuente del Juarro, el Barrero, La Sequera, la Zarza del Gabejón, Colladillo y por debajo del Pradejón.

Prados de regadío: Estos prados que, como hemos dicho, ocupaban alrededor de 36 hectáreas, se ubicaban en los siguientes parajes: Estivilla (o Estevilla), el Valle, el Turmal, la Calada, la Asomadilla, las Saleguillas, los Regajales, la Pradera del Carril, el camino del Carril, junto a la iglesia, por debajo del Nido de la Cigüeña, Camino de Sonsoto, Cerca Grande, Prados de la Iglesia, Vereda de Segovia, Veredilla de San Cristóbal, los Barreros, la bajada de los Regajales, el Juarro, el Cañuelo, la Cerrada, Fuente del Palomar, el Pradejón y la Cerca de la Lámpara.

Testimonio del cultivo del lino (además de los topónimos) es la existencia aún hoy de un paraje denominado las pozas.

Los Cepos de reparto entre Palazuelos y Tabanera

PALAZUELOS

El término de Palazuelos tiene la particularidad de estar dividido en dos por el río Eresma. Los terrenos situados a la orilla derecha de este río forman parte del área de riego de la Cacera del Cambrones, mientras que los ubicados en la orilla izquierda están regados por la Cacera de Navalcaz. En el Catastro de la Ensenada estos últimos eran los pertenecientes al despoblado de Pellejeros y a la Dehesa de Aldeanueva (hoy día perteneciente al término de Revenga- Segovia). En el siglo XVIII, se regaban 42 obradas (casi 17 hectáreas) de linares. Las cifras de prados de regadío en el lado de la Cacera del Cambrones es un poco confuso, así que no los aportamos, pero sí el nombre de los mismos. El topónimo de las «Pozas» sigue vigente en el término, un poco por encima del casco urbano actual.

Linares:  Algunos salpicaban el casco urbano de la población, descritos como «al medio del lugar», o «junto a la carnicería». El resto de parajes son: detrás de la Iglesia, el Sequedal, la Ermita de San Antonio, el Pradejón, la Cerca de los Álamos, la Cerca del Chopo, la Fuente del Chopo, la Cerca de la Aldigüela, el Humilladero, la Charca, el Linar de la Pila, la Cerca del Caño, las Eras, las Zarzas, el Corralón, las Longueras, el Melgar, el Pradejón, el Maello, la Calleja de la Iglesia, el Pajarón y la Calleja de las Eras. En un documento de Venta de Bienes Nacionales de 1907, se venden el Linar de Doña Ana y el Linar de San Blas, situado junto al cementerio.

Prados de regadío:

Son numerosos los topónimos de prados: la Encimada del Hoyo, los Eriales de Arriba, los Eriales, la Charca, la Carnicería, las Pasaderas, Vereda de Sonsoto, el Hoyo, por debajo del Hoyo, por debajo de los Eriales,los Postigos, las Pozuelas, Las Pozas, la Bajada del Hoyo, la Estevilla, el Rabanal, la Fuente de la Cigüeña,el Escandanchal, el Nuevo Plantío, la Cerca del Huerto, el Gamonal, la Cerca de Blanca Flor, la Cerca del Sotillo, la Cañadilla, la Vega, la Gradavera, Las Chorreras, junto a la Iglesia, la Canaliza, la Bajada del Escandanchal, La Longuera, Cerca del Chopo, Prados de Arriba, Cerca de las Zarzas, Cerca de las Eras, el Recogedero, El Sequedal, el Venajo de la Huerta y la Vereda de Tabanera.

SAN CRISTÓBAL

En el siglo XVIII, tanto San Cristóbal como La Lastrilla eran considerados arrabales de la ciudad de Segovia. Su superficie era de 884 obradas (casi 354 hectáreas), de las que se regaban 192 obradas (más del 21 % de la superficie). De estas, 65 obradas (26 hectáreas) eran de linares, mientras que el resto (casi 51 hectáreas) eran de prados de regadío. También se conserva el topónimo de las Pozas, hoy abandonadas y desdibujadas. Es el único pueblo de los pertenecientes a la Noble Junta de Cabezuelas que incorpora en su escudo la flor de lino.

Linares: El Ranal, el Cercado de las Pozas, la Rozuela, el Cañuelo, los Fresnos, el Valle, el Berrocal, bajada de Prado Socasa, Canto Blanco, detrás de los Cercados, Barrial de Prado Socasa, Cercado de la Hoz, Cerradillas, los Barreros, Pradillo del Valle, Prado Socasa, Huerto de Barros, Corral Grande, Huerta Grande, Huerta Chica, Puentecilla, Vereda de Tabanera, las Eras, La Huerta, el Calderón, Calle de la Iglesia, Rincón de los Fresnos, las Charcas y la Vereda del Otero.

Prados de regadío: Como en todos los pueblos, existían prados de regadío cercados y abiertos. Entre los primeros nos los encontramos en la Ladera de Enmedio, la Vetuela (¿?), Regajales, las Tejoneras, el Ajustadero, Savedra, Monago, los Álamos, Calle de la Iglesia, Prado O Casa y Fresneda. Los abiertos se ubicaban en el Camino de Segovia, Prado Pellón Grande, Prado Pellón Chico, Cerca del Pozo, Fresnera, la Rozuela, Aldigüelas, el Valle, Fuente del Valle, Corredores, el Calderón, la Angostadura, las Zarzas, los Navales, Calle de la Iglesia, la Cerquilla, la Dehesa, Prado de los Zaces, Prado del Fresno, la Encimada, el Berrocal, enmedio del Valle, la Encimada de Corredores, la Bajada de Corredores, enmedio de Corredores, la Bajada del Calderón, la Fuente de la Bajada de Calderón, la Encimada de Calderón, la Laguna de Calderón, Prados, la Rozuela y el camino de Espirdo.

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Pozas de lino en San Cristóbal

LA LASTRILLA

De las 2290 obradas del término municipal (916 hectáreas), en el Catastro de la Ensenada tan sólo se refieren como de regadío 42 obradas (casi 17 hectáreas), de dehesa boyal. Es decir, menos del 2%. En el Catastro no se hace referencia a los nombres de los parajes que se regaban pero, sin duda alguna, estaban en el lugar que ocupaba la pequeña aldea de Ojalvilla, que aparece en las ordenanzas de 1401. ¿Se cultivó lino en Ojalvilla-La Lastrilla?. Por diversas fuentes y por la toponimia sabemos que sí.

María Asenjo González, en el obligado libro de consulta «Segovia. La Ciudad y su Tierra a fines el medievo», recoge la compra, el 13 de marzo de 1477, por parte de Alonso González de la Hoz de varias tierras y bienes en La Lastrilla, entre ellos dos fanegas de linar en Serracín, otras dos fanegas (sin determinar) y 1 fanega de linar por encima del Serracín. El mismo Alonso compra el 13 de enero de 1479 un linar con 4 fanegas de siembra en La Lastrilla donde dicen Ojoalvilla.

En el Catastro de la Ensenada perteneciente a San Cristóbal, se habla de ciertas tierras de secano que lindan con «las pozas de La Lastrilla», topónimo que aún hoy sigue vigente en la zona cercana donde se cree estuvo el poblado de Ojalvilla y en las cercanías del caz.

Aunque hoy (año 2020) nos puede resultar complicado imaginar el riego en determinadas zonas, hasta hace no mucho tiempo se regaba y se puede todavía observar el recorrido de los distintos ramales. Francisco Javier Mosácula María, en el libro «Historia económica y social de La Lastrilla» enumera los boquerones de reparto del agua en el año 1962: Boquerón de los Picones, de Fuente Maestro, del Puente de Maderas, Rehondo, Cacera Madre y Sestil.

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Solar del despoblado de Ojalvilla

Queremos que esta entrada sirva para dar a conocer la enorme riqueza toponímica de estos pueblos (aunque la aquí enumerada sólo sea la de regadío) y la necesidad de seguir recopilando los conocimientos y saberes tradicionales de nuestros mayores. Recogemos una cita de  Oppenheimer: «Sólo tiene futuro aquel que investiga en el pasado, porque investigando en el pasado, se puede re-descubrir el futuro«.

Os recordamos que todo este trabajo de recopilación (escrita y oral) es posible gracias a los fondos que obtenemos con la venta del libro  Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama

Nos puedes ayudar a seguir investigando con su compra o compartiendo el trabajo en Redes Sociales o entre amigos.

 

Referencias:

Archivo Histórico Provincial. Libros del Catastro de la Ensenada: Sonsoto (E-242), Trescasas (E-242), Tabanera (E-183), Palazuelos (E-183), San Cristóbal de Segovia (E-183) y La Lastrilla (E-137).

Asenjo González, M. (1986). «Segovia. La ciudad y su Tierra a fines del Medievo». Segovia

Mosácula María, F.J. (2008). «Historia económica y social de La Lastrilla». Ayuntamiento de La Lastrilla. Segovia.

 

Nuevas noticias

En estos días de confinamiento, hemos decidido dar un paso adelante y meternos de lleno en la elaboración de una nueva publicación. Lo anunciamos en el siguiente vídeo que colgamos en nuestras redes sociales el pasado 22 de marzo (Día Internacional del agua):

 

Estos días estamos aprovechando a transcribir todas las horas de grabaciones y poner en orden la documentación que hemos estado recopilando los últimos meses en archivos, para poder meternos en harina lo antes posible pues, como decimos en el vídeo, la presentación pretendemos que sea el 10 de junio de 2021.

Por otro lado, recibimos también la noticia de la publicación del libro internacional «The History of Water management in the Iberian Peninsula», en el que intervenimos con un capítulo dedicado a las caceras segovianas. Editado por la prestigiosa editorial científica suiza «Springer», recoge muchos estudios que se están realizando en la Península Ibérica, quizás sea el primer compendio de distintos usos del agua que se ha realizado. Para nosotros significa un espaldarazo a todos estos años de dedicación a esta investigación realizada con fondos propios.

En este enlace os dejamos la información que se publicó en El Adelantado de Segovia:

https://www.eladelantado.com/segovia/las-caceras-segovianas-a-estudio/

 

De momento creemos que está solo en formato ebook en el siguiente enlace:

https://link.springer.com/book/10.1007%2F978-3-030-34061-2#toc

 

 

 

Por último, queremos agradecer a aquellas personas que tras haber leído el artículo, han decidido adquirir el libro «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama» para que podamos seguir investigando una vez que terminen estos momentos. De momento estamos reservando los ejemplares para, cuando sea posible, enviarlos.

Os seguiremos contando cosas de vez en cuando. Ya sabéis que nos podéis seguir a través de nuestras redes sociales:

https://www.facebook.com/ecosdelaguaenlasierradeguadarrama/

https://www.facebook.com/escueladenaturalistas/

 

Lecturas para la cuarentena

Aprovechando estos días de cuarentena, en la que no podemos salir de casa para trabajar ni para otras tareas, os dejamos unos cuantos archivos con artículos nuestros que han salido en prensa o en diversas revistas.

Y como regalo especial, el libro sobre Revenga en formato pdf.

Esperamos que estas lecturas os hagan pasar el rato más llevadero.

Torrecaballeros (02-03-20)

Iberae nº 3

Los Pastores del Agua

nº 36 enraiza2 marzo 2019

Libro Revenga

 

 

 

Una buena otoñada

Terminábamos el pasado verano un poco tristes comentando la imposibilidad de poder seguir investigando por la falta de recursos económicos y nuestra intención de intentar conseguirlos de alguna manera mediante conferencias, charlas o la realización de actividades. Aunque no hayamos obtenido grandes recursos, sí que hemos dado los primeros pasos para ir diseñando algunas actividades para ir difundiendo parte de los conocimientos que nos han ido transmitiendo nuestros mayores y poder obtener financiación.

Desde el día 3 de octubre hasta el 6, estuvimos en la Universidad del Algarve participando como ponentes en el Seminario de Investigación Internacional «El Paisaje y el Agua en la Península Ibérica: una perspectiva histórica».  Volvimos muy contentos con el resultado de nuestra intervención y difusión del trabajo que estamos realizando.

Hablando sobre las caceras en la Universidad del Algarve

A los pocos días tuvimos la suerte de conseguir el apoyo de profesores de 4 universidades (Autónoma de Madrid, Complutense, Granada y del Algarve) para firmarnos una carta en la que cada uno de ellos, libremente, exponen la importancia de este trabajo. El motivo era adjuntarles con una solicitud de compra del libro a diversas entidades y administraciones segovianas y regionales. Qué decir tiene que de algunas, transcurridos dos meses de su registro, no hemos recibido ni respuesta. De otras sabemos que están pasando de un departamento a otro. Quizás sea más fácil que nos toque la lotería…

El día 5 de noviembre participamos en las IV Jornadas de Turismo y Patrimonio Industrial, hablando de la cultura del lino, obteniendo unos buenos resultados en prensa, que os dejamos en los siguientes enlaces.

https://www.elnortedecastilla.es/segovia/posibilidad-recuperar-linares-20191106113626-nt.html

https://www.eladelantado.com/segovia/exito-de-las-iv-jornadas-de-turismo-y-patrimonio-industrial/

Artículo en El Adelantado de Segovia

Allí presentamos nuestro proyecto a futuro de creación de un museo del lino, que a día de hoy está ubicado en nuestra casa rural en un pequeño espacio. Además de estar en un espacio concreto, pretendemos que las herramientas y labores que hemos ido recopilando, puedan exponerse en los pueblos o lugares que lo deseen. Es decir, que puedan formar parte de una exposición itinerante.

Algunas de las herramientas y labores expuestas

Por otro lado, hemos continuado con las labores de recuperación de espacios comunes en Cabanillas, mediante la realización de hacenderas. En este tiempo, gracias a la colaboración vecinal y del Ayuntamiento de Torrecaballeros, despejamos un tramo de la cacera del pueblo en la que el agua se retenía y desbordaba por la cantidad de arbustos espinosos que hacían de tapón. También terminamos de recuperar el antiguo camino de piedra que se dirigía a la fuente del pueblo e iba a Trescasas. En este enlace os explicamos el proceso y tenéis unas cuantas fotos.

https://www.facebook.com/tenada.delmonte/posts/2668130483243706

En nuestra faceta más conocida y demandada, la de realización de itinerarios interpretativos guiados y talleres de divulgación de la naturaleza, hemos de decir que ha sido un otoño intenso. A los talleres que hemos realizado durante el verano con varias asociaciones y la Diputación de Segovia, este otoño hemos desarrollado otros cuatro, dedicados en este caso a la «Botánica Aplicada» en otros tantos pueblos gracias a Cruz Roja. En ellos, hemos charlado con las personas de los pueblos sobre algunas plantas de su entorno y sus usos tradicionales y hemos elaborado alguna receta tradicional. Además, hemos podido recopilar algunos datos de interés gracias a los recuerdos de algunos de los participantes.

En cuanto a las rutas, hemos llevado a cabo los cinco itinerarios de otoño del programa «Conoce la Tierra de Segovia y sus Sexmos», de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia con una excelente participación. El tiempo, los paisajes y todos los recursos naturales y culturales han estado de nuestro lado.

Por el Sexmo de San Lorenzo

Por el Sexmo de Posaderas

Otros grupos, a los que estamos muy agradecidos, nos han elegido para que les mostráramos nuestro entorno más cercano. Ha sido muy fácil trabajar con ellos.

Por último, este pasado sábado, pudimos disfrutar de la primera edición de la ruta «La dehesa y los linares de Cabanillas», con la que hemos damos el pistoletazo a las actividades de difusión de los conocimientos que estamos recuperando. En un día precioso, los 17 participantes pudieron descubrir algunas de las cosas que nos han contado los mayores del pueblo, los parajes que hemos recuperado con hacenderas y las que en un futuro se van a restaurar y las herramientas de trabajo del lino. Agradecemos desde aquí su participación e interés.

Por el camino recuperado

En la dehesa de Cabanillas

¿Y para el año que viene? De momento que hay presentados varios proyectos para su estudio e incorporación en los presupuestos de varias entidades pero de los que no podemos dar más detalles. Abarcan desde la investigación patrimonial a las rutas, pasando por la elaboración de materiales divulgativos. Esperemos que alguno de ellos salga adelante. Ya os iremos informando…

Y, por supuesto, en la medida de lo posible, seguiremos planteando nuestras propias actividades para los más diversos públicos. A través de nuestra página web https://www.tenadadelmonte.es/ os podéis suscribir a la lista de correo para recibir las actividades e información sobre las mismas.