Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama

El próximo día 19 de diciembre, a las 19:00 h, presentaremos en  el salón del Ayuntamiento de Torrecaballeros el libro «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama», el resultado de 10 años de investigación sobre el uso tradicional del agua en la vertiente segoviana del Sistema Central.

Se trata de la primera publicación de nuestro sello editorial, incluido dentro de la colección «Conocer para Conservar», con la que queremos promover el respeto por el medio ambiente, la cultura y el patrimonio de nuestra provincia.

portada Ecos del Agua

Hace 10 años publicamos «Caceras de la provincia de Segovia: Un recorrido por la tradición». Aquel libro puso de manifiesto la necesidad de ahondar más en el tema y, a lo largo de todos estos años, poco a poco, a ratos, hemos ido recopilando más información testimonial y documental, a veces por impulso propio y otras por peticiones de particulares que han participado con entrevistas.

El resultado ha sido un volumen importante de información que ocupa varias carpetas y muchos archivos digitales. No sólo hemos ampliado la información sobre las Caceras y Comunidades de Aguas que se incluían en aquel libro, sino que también hemos obtenido documentación y noticias sobre la Cacera del Ceguilla y sobre las fuentes de Caballar.

 

 

caldera de los caruchos

«Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama» pretende seguir poniendo en valor estas vitales vías de agua, que han perdido sus importantes funciones en aras de un progreso a veces mal entendido y cuya recuperación debería ser prioritaria por parte, tanto de los vecinos de los pueblos, como por parte de las Administraciones competentes, más aún teniendo en cuenta que los territorios por donde discurren forman parte en su mayoría del Parque Nacional y Natural Sierra de Guadarrama.

A lo largo de 15 capítulos, se recorren los distintos aspectos estudiados: el origen, los lugares de reunión y la organización interna de las Juntas de Agua, los «guardianes» del agua, los trabajos comunales, la organización de los riegos, otros usos del agua, el cultivo del lino, la toponimia o la naturaleza que las rodea.

 

limpieza

Todo ello aderezado con las ilustraciones a acuarela, tinta y lápiz de Mar Pinillos y con un acabado de calidad, del que estamos muy contentos, con tapa dura, cosido a mano y con un papel de gramaje 145. El libro tiene un precio de 25 euros y la venta, en principio, será directa, en las distintas presentaciones que hagamos y a través de nuestro correo electrónico info@tenadadelmonte.es.

Es un proyecto que sigue abierto, pues nuestra intención es seguir estudiando y recopilando más información, no sólo de estas caceras, sino de las existentes a lo largo de la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama por lo que, en la medida de nuestras posibilidades continuaremos esta labor de recuperación de la memoria del agua. Estaremos encantados de recibir información de particulares, Ayuntamientos u otras entidades que estén interesados en aportar sus conocimientos y documentación en esta labor.

De hecho, este trabajo no habría sido posible sin el concurso de todas aquellas personas que nos abrieron las puertas de sus recuerdos y sabiduría. Algunas, lamentablemente, ya no están con nosotros. Esto nos hace pensar en la urgencia de seguir recopilando información de una generación que se nos está yendo, que aún conoció la época en la que se observaban a rajatabla las ordenanzas y se trabajaba a la vieja usanza.

sapo corredor

Las caceras deben ser catalogadas, protegidas, conservadas y potenciadas. No son “sólo” restos casi milenarios o muestras de la cultura de nuestra tierra, de cooperación por el bien común, nacidas de la necesidad de regadío y supervivencia, sino también corredores ecológicos y generadoras de paisaje y de biodiversidad.

Esperamos que, si llega a vuestras manos esta publicación, hecha desde el cariño y respeto, disfrutéis al menos, tanto como lo hemos hecho nosotros, aprendiendo sobre la rica cultura y tradición de nuestros pueblos.

Os dejamos el vídeo de presentación del libro:

https://youtu.be/vBHVSkojEBg

 

 

El sapo de espuelas (Pelobates cultripes)

Las charcas ya están a rebosar de agua. Tan sólo hace falta que la temperatura ascienda un poco más y la temporada de cría de los anfibios comenzará en breve.

Uno de los primeros anfibios que se «anima», ya en el mes de marzo, es el sapo de espuelas (Pelobates cultripes). Es relativamente común en nuestra provincia,indiferente al tipo de vegetación y sobre todo en aquellos lugares donde el sustrato está menos compactado para poder enterrarse. Prefiere para reproducirse charcas temporales de gran tamaño, canteras y pequeños humedales.

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Es un sapo de aspecto robusto, cabeza ancha y corta, hocico redondo y ojos grandes y prominentes con pupila vertical. Los machos pueden llegar hasta los 10 cm, mientras que las hembras son más grandes, hasta los 11 cm. No tiene tímpanos ni glándulas paratoideas visibles. En las patas posteriores poseen membranas interdigitales desarrolladas y la clásica «espuela», un tubérculo metatarsiano endurecido de color negro y que le permite excavar.

El color del sapo de espuelas es algo variable: verde claro, amarillo pálido o blanco crema con manchas grandes y bien definidas de color verde o pardo.

Sapo de espuelas adulto

Son animales eminentemente terrestres, por lo que sólo se les encuentra en el agua durante la época de celo. La actividad es casi exclusivamente nocturna y están especialmente activos al anochecer, aunque en la época reproductora pueden encontrarse ejemplares activos en días con alta humedad ambiental.

Llegan a las charcas después de anochecer y se concentran en el agua en zonas con poca vegetación.  Los primeros en llegar son los machos, que esperan la llegada de las hembras. Cuando éstas llegan a las charcas, los machos las buscan bajo el agua, permaneciendo los animales sumergidos durante el apareamiento.Tanto los machos como las hembras emiten un canto bajo el agua, muy fácil de reconocer, pero sólo audible a muy poca distancia.

El amplexus o abrazo copulatorio es de tipo inguinal. La puesta es una banda gruesa irregular que es abandonada por lo general en zonas abiertas poco profundas. El número medio de huevos ronda los 2000-2500, produciéndose la eclosión entre los 10 y los 12 días. El desarrollo larvario es lento, con una duración entre 3 y 4 meses.Los sapitos abandonan el agua antes de perder la cola.

puesta de sapo de espuelas

Los renacuajos de esta especie son los que alcanzan mayor tamaño de todos los anfibios presentes en la Península, llegando a alcanzar los 150 mm, aunque lo normal son 80 mm.La cresta dorsal se inicia en posición muy adelantada y su cresta ventral es totalmente convexa. Es destacable el pico córneo de color negro. La larva es de color pardo claro con un punteado blanco y negro disperso, pero especialmente en las crestas caudales.

larva de sapo de espuelas

Los sapos de espuelas alcanzan la madurez sexual a los 3 años y pueden llegar a vivir unos 10.Los adultos depredan sobre una gran variedad de invertebrados, a los que caza al acecho en áreas abiertas. Así consume escarabajos, lombrices, babosas, hormigas…Las larvas se alimentan de algas, microorganismos, de restos vegetales y animales, pequeños crustáceos, puestas de otros anfibios e incluso pueden practicar el canibalismo si se encuentran en grandes densidades.

Los adultos son depredados por cigüeñas, lechuzas, mochuelos, córvidos, estorninos y rapaces diurnas como milanos reales y negros, culebras de agua y pequeños roedores.Las larvas son consumidas por culebras de agua, y urodelos adultos, además de por aves de pequeño tamaño.En momentos de amenaza, los animales emiten un sonido de alarma muy estridente, que recuerda al maullido de un gato enfurecido.

metamórfico de sapo de espuelas

 

En cuanto a las amenazas que sufre,uno de los aspectos negativos es la larga duración de su fase larvaria (más de tres meses, con frecuencia cuatro o más) que lo hace muy dependiente de medios acuáticos con largo hidroperiodo, así que sufre altas mortalidades en años de lluvias escasas.

Otro problema de la especie suele ser el aislamiento de las poblaciones, que a menudo dependen de un único punto de reproducción, volviéndose extremadamente vulnerables a alteraciones del mismo y a sequías.

Por último, hay que destacar las muertes por atropello, sobre todo en época de reproducción, el uso de pesticidas y fertilizantes y los cambios en el uso del suelo.