Recuperando la memoria del agua: nuevo proyecto, nuevas ilusiones

Cuando el pasado mes de diciembre presentamos nuestro libro «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama», no pensábamos que iba a tener la repercusión que está teniendo en algunos pueblos en cuanto a remover la conciencia de recuperar, por un lado, la memoria de las caceras y, por otro, la de las infraestructuras en sí.

El libro no es un «best seller» – tampoco nació con esa idea- pero para tratarse de nuestra primera apuesta en el mundo editorial (una idea romántica para expresar nuestras inquietudes actuales y futuras), creemos que está funcionando bien, más aún cuando no disponemos de una maquinaria mediática detrás y llegar a la gente es más complicado.

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Por eso viene nuestra sorpresa-alegría cuando en las presentaciones algunas personas nos animan a seguir tirando del hilo, nos llaman para cedernos documentación, nos dicen quién nos puede dar más información o incluso nos han donado material. Algunos asistentes nos han confesado que habían comprado varios ejemplares para regalo, porque consideran que es un libro de mucho interés. Además, han sido varios los pueblos que se han ofrecido a darnos documentación sobre sus caceras para una futura continuación del trabajo. También nos ha alegrado el interés que ha suscitado el libro en algunos departamentos universitarios por «su interés y forma de tratar el tema». Y que este trabajo se valore, nos llena de «orgullo y satisfacción». Esto, unido al fallecimiento de algunos de nuestros informantes en menos de un año, ha hecho que nos planteemos seriamente continuar la investigación. Se nos está yendo la última generación que conoció estos sistemas en pleno funcionamiento, además de conservar multitud de conocimientos que deben ser recopilados a la mayor brevedad posible.

Presentación en Galíndez

Presentación en Galíndez

¿Y en qué va a consistir esta nueva fase de investigación? Lo más urgente es recopilar los testimonios de las personas mayores, que ahora rondan los 80-90 años y que, si no nos damos prisa, en dos años las mayor parte habrá desaparecido. Además de grabar las entrevistas en audio, como en nuestra anterior investigación, también la haremos en vídeo, para que haya también constancia visual, por lo que será también un proyecto videográfico. Se combinará con un trabajo documental (aunque en esta primera fase pasará a un segundo plano) de búsqueda en archivos municipales y en algunos privados. De hecho, ya disponemos de nueva documentación que nos han ido proporcionando algunas personas.

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Al igual que con el anterior trabajo, nuestra mayor limitación va a ser la presupuestaria, pues dependerá de las ventas que hagamos del libro, ya que las ayudas existentes no cubren los gastos y tiempo que se necesitan para un trabajo de esta envergadura, más aún cuando algunos de nuestros objetivos están al otro lado de la Sierra. Por eso hemos hecho una gira ambiciosa, en primer lugar para recuperar la inversión realizada y, en segundo lugar, para obtener fondos para este nuevo estudio. Con cada venta de un ejemplar estamos más cerca de poder comenzar la investigación.

 

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Estamos abiertos a seguir presentando el libro en aquellos lugares en los que hasta ahora no ha sido posible hacerlo, de hecho este otoño tenemos algunas prácticamente cerradas, pero si algún lector de este blog quiere o cree que pueda haber alguna asociación, colectivo, municipio interesados, nos lo puede proponer en el siguiente correo: info@tenadadelmonte.es

En el siguiente enlace podéis leer uno de los capítulos de nuestro libro https://www.tenadadelmonte.es/editorial/

Estamos muy agradecidos a todas las personas e instituciones que con la compra de ejemplares  han apoyado este proyecto de recuperación de nuestra memoria. Esperamos que alguna más se anime y con ello podamos dar el pistoletazo de salida a esta apasionante segunda parte de recuperación de saberes tradicionales. Nos encantaría dar esa noticia.

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Limpieza de la cacera de Revenga

Son las 9:30 h de la mañana. En la plaza del Ayuntamiento de Revenga hay reunidos unos 40 vecinos que han ido llegando poco a poco para iniciar la limpieza de la cacera del pueblo que nace en el río Acebeda y que riega el preciado soto del pueblo. Los protagonistas van provistos de palas, azadones y alguna que otra motosierra.

El alcalde saca la lista de las personas que han de ir al trabajo comunal y los va nombrando uno a uno. Algunos no han podido asistir y son sustituidos por algún familiar. Hombres de todas las edades, unidos por el trabajo por el bien común, recorrerán esta mañana del 26 de marzo el vital cauce de agua que dará vida a las cercas y fresnedas durante la temporada de riego.

A las 9:30 se reúnen los vecinos para comenzar a limpiar

El grupo es dividido en dos por el alcalde. Uno irá desde el pueblo siguiendo el canal hacia arriba y el otro irá desde la zona alta hacia abajo. Es este segundo grupo el que tendrá que hacer un mayor trabajo retirando y cortando los pinos y robles caídos al cauce durante el invierno y que provocan la rotura del canal.

Unos días antes, se han reunido para limpiar y «aclarar» las caceras y regueros que van a distribuir el agua por el soto y las cercas, una labor necesaria para que el trabajo que van a realizar hoy, dé buenos frutos. A estas limpiezas están obligados a ir los ganaderos, los propietarios de cercas y las personas que quieran tener suertes de leña.

Comenzamos el recorrido junto a la Nacional 603 y, siguiendo el cauce, se va repasando la cacera limpiando bien el cauce con palas y azadas. Además, se llevan sacos para ir quitando otros desperdicios ajenos al discurrir del agua: latas, botellas, plásticos…

Comenzando a limpiar la cacera

Charlando

La cacera se divide en tres ramales, que se llaman Cacera del Pasadero, Cacera de San Roque y Cacera de Santa María. Cada una de ellas riega una parte del término. Cuatro días a la semana se riegan las cercas particulares y tres días las municipales. Para ello hay una persona responsable que dirige el agua por donde tiene que ir. Antiguamente no había tiempo limitado de riego por parcela, pero ahora sí que cada cerca tiene un tiempo estipulado.

Entre conversación y conversación, terminamos llegando a una zona donde la cacera se rompe con cierta facilidad. Con piedras y céspedes se va rehaciendo el muro. Unos peones van cogiendo el césped y otros lo transportan para ir construyendo la retención. En otros tramos se disponen sacos llenos de tierra que de un año para otro hay que ir renovando. La intención es poder hacer unas estructuras más estables, como paredes de hormigón para evitar las pérdidas de agua y ahorrarse tanto mantenimiento.

Reforzando la cacera con piedras y césped

 

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Unos metros por encima de la cacera de Revenga discurren la cacera del acueducto y la de Hontoria. La relación con las autoridades de la ciudad de Segovia no siempre fue buena. En las Ordenanzas del acueducto de la Reina Doña Juana de 1505 se inserta una provisión de Enrique IV del año 1449, siendo aún príncipe y en ella se habla de las caceras de Revenga y Hontoria de la siguiente manera:

«Lo quinto: por cuanto yo soy informado, é se halla que los dichos concejos de Ontoria é Revenga tienen dos caceras que salen del dicho Riofrio, é van debajo de la dicha cacera real , é por causa de ellas se han hecho en la dicha cacera real muchas quebradas é buhardas por llevar el agua de lo de la dicha cacera real á las dichas sus caceras, é se aprovechan del agua de ella, diciendo que no gozan sino del agua de las vertiente de la dicha cacera; é aun que echaban piedras en la dicha cacera á fin de que el agua que por ella venia se vertiese, é se fuese por sus caceras, que por grandes imposiciones de penas, no se podian escusar de la tomar, quebrantar y hacer daño en la dicha cacera real, y en les quitar el agua á los dichos concejos del dicho Riofrio, sin les dar agua de otra parte para sus menesteres é provision, que sería gran daño e despoblamiento de los dichos lugares: é queriendo en todo proveer é remediar, quiero, y es mi voluntad, que los dichos concejos de Ontoria é Revenga, ni los vecinos é moradores de ellos, de aqui adelante para siempre jamas no tomen ni se aprovechen de agua alguna de dicho Riofrio, ni los dichos concejos, ni algunos de ellos, ni otras personas de cualquier estado, condicion, preeminencia é dignidad que sean, de allí adelante en ningun tiempo ni puedan tomar, ni tomen, ni se aprovechar, ni aprovechen de agua alguna de la dicha cacera real, ni hacer quebradas, ni buhardas, ni en una presa, que es mi merced que en cabo de la dicha cacera se haga, so las penas en las dichas cartas del dicho rey mi señor, é mi padre, é mia contenidas. e que la dicha agua de la dicha cacera quede toda libre y exenta para la dicha mi cibdad, é para mi Alcazar, é para los pilares eé pozos, é para las otras cosas que menester fuere, segun que en las cartas del dicho Rey mi señor y mia se contiene. E porque los dichos concejos de Ontoria é de Revenga hayan é tomen para sus menesteres é proveimiento del agua que viene al dicho Riofrio por el arroyo que dicen de Navatejeda, é lo pasen por canales por encima del dicho Riofrio, é lo pongan, é guien por las dichas sus caceras, é se aprovechen de ello de aquí adelante para siempre jamas, é hagan de ello lo que quisieren como de cosa suya. Y por cuanto soy informado, por informacion que los del dicho mi consejo hobieron, que á ninguna persona viene perjuicio, é si algun perjuicio viniere, yo le recibo en mi para conoser de ello, é hacer lo que con derecho debiere; é mando, é quiero, é tengo por bien que la dicha cibdad, ni otros concejos, ni personas singulares no perturben á los dichos concejos de Ontoria é de Revenga la dicha agua del dicho arroyo de Navatejeda, por cuanto se lo doy en enmienda del agua que ellos habian de llevar del dicho Riofrio, por nueva merced que yo les fago de ello, sopena de dos mil maravedis a cada uno que lo contrario hiciere para mi cámara».

Limpiando la cacera

No se tiene constancia de que se construyera un canal por encima del río ni cuál fue la solución adoptada. Lo que sí sabemos es la existencia de numerosas denuncias de los guardas de la cacera del acueducto sobre desvíos del agua a las caceras de Revenga y Hontoria.

Atravesamos al término de San Ildefonso, entrando en los Montes de Valsaín, entre jarales que van dificultando el paso por la cacera. Llegamos al cruce con el arroyo de Las Charcas y posteriormente con el de Valdeconejos, que aporta caudal a la cacera. A lo lejos ya vemos al grupo que viene desde las cercanías de la presa cacera abajo. Hay un grupo más avanzado, cortando troncos caídos al cauce y que utilizan para construir unos muros de contención, pues en esta zona la cacera también sufre bastante desgaste. Cacera arriba está la otra parte de este segundo grupo que está limpiando el canal de ramas, hojas, piedras…

Reforzando la cacera

 

Reforzando la cacera con troncos

 

Llega el momento de echar el agua y cuatro vecinos marchan hasta la presa para cumplir con la parte que pondrá el broche a esta jornada. Llegamos a la presa, construida con bloques de piedra y por la que rebasa el agua del río Riofrío. Ponen unos sacos y unos troncos y el agua comienza a desviarse por la cacera.

Echando el agua a la cacera

Una vez acabada la misión, en la cola del pantano, espera el refrigerio: cerveza, refrescos, pan, queso, chorizo… Con la charla animada, compartiendo los hechos más relevantes de la jornada, se termina la limpieza de la cacera madre.

Para dar por finalizada la limpieza de la cacera se termina almorzando

Con la construcción de la presa De Puente Alta, el aprovechamiento de las caceras de Revenga y Hontoria quedaron relegados a los meses de marzo a junio, siempre y cuando hubiera sobrante, es decir, la presa rebosara. En el momento que deja de existir sobrante, cesa el aprovechamiento de ambas caceras.

Lamentablemente, la cacera de Hontoria lleva bastantes años en desuso. Su cauce está roto en varios puntos y por ella ya no discurre el agua que regaba los prados y dehesas de este pueblo. Sin embargo, como vemos, la cacera de Revenga sigue viva y sus vecinos mantienen la costumbre de trabajar por el bien común no sólo de su pueblo, sino también del nuestro, conservando un lugar de gran belleza paisajística, cultural y ambiental como es el Soto de Revenga. Y esperamos que sea por muchos años.

La cacera de Revenga es necesaria para mantener el Soto

Agradecemos a Alfonso Nevado, alcalde de Revenga y a todos los vecinos participantes, su acogida el día de la limpieza y los testimonios recogidos, que nos servirán para continuar estudiando los usos tradicionales del agua en la Sierra de Guadarrama.

Soto de Revenga