Trampando el boquerón

Escribimos esta entrada pocas horas después de terminar nuestras últimas entrevistas dedicadas a conocer los entresijos del manejo tradicional del agua en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama y muy cerca de cumplir los 3 años del «reinicio» de la recuperación de los saberes tradicionales vinculados al uso de este recurso natural. Es momento, por tanto, de hacer un balance de estos años visitando y revisitando pueblos, hablando con los mayores, consultando algún que otro archivo, dando charlas y conferencias, promoviendo hacenderas y participando en pequeños proyectos de recuperación de caceras o elementos vinculados a ellas.

En Matandrino

Aunque esta historia comenzó hace la friolera de 15 años con una beca de la Obra Social de Caja Segovia titulada «Caceras de la provincia de Segovia: un recorrido por la tradición», en la que describimos los recorridos de 5 caceras y recogimos testimonios de personas que vivían y habían usado el agua de esas infraestructuras de origen (al menos) medieval, no ha sido hasta la publicación, a finales del 2015, de «Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama» cuando este proyecto ha dado un salto cualitativo y cuantitativo.

A lo largo del periodo «entrelibros» fueron varias las personas a las que entrevistamos, ya que se pusieron en contacto con nosotros para contarnos sus vivencias y conocimientos y, sobre todo, hablarnos del cultivo tradicional del lino, que nosotros habíamos dado por olvidado al creer que esa última generación que lo cultivó había desaparecido. Lógicamente, no fueron años de mucha intensidad recopilatoria, pero sí de gran calidad en cuanto a informaciones y pudimos ampliar conocimientos sobre otras dos caceras. Hubo un momento en el que se pudo haber realizado un extenso y pormenorizado estudio ambiental, cultural y etnográfico de muchas de las caceras presentes en el piedemonte de la vertiente segoviana, con el proyecto de cooperación interterritorial «Caminos de agua y biodiversidad: modelo de desarrollo rural sostenible», en el que fuimos actores principales, pero la llegada de la crisis hizo que sólo se pudieran dar los primeros pasos haciendo el diseño de investigaciones. Fue, además, cuando tuvimos la suerte de conocer a los profesionales que estaban trabajando en la recuperación de las acequias de careo de Sierra Nevada, proyecto del que siempre hemos tenido una sana envidia.

Basándonos en el diseño de investigaciones, elaborado por nosotros, hemos ido realizando nuestros propios estudios, entre ellos, el de otra beca de medio ambiente de Caja Segovia en el año 2009 (y publicada en el 2010) titulada «Proyecto charcas: microrreservas de anfibios y su utilidad para la educación ambiental» y en la que se estudiaban las comunidades de anfibios de dos zonas de pozas de lino. En ese mismo año 2010 recibimos en nuestra casa un libro que nos marcó en cuanto a formato y contenido: el «Manual del acequiero«, editado por la Junta de Andalucía y elaborado por los magníficos profesionales que habían trabajado en el proyecto de recuperación de acequias de Sierra Nevada.

Tras años presentando infructuosamente el proyecto de recuperación de saberes tradicionales a varias entidades para su posible financiación, llegó el año 2014 y decidimos embarcarnos en la redacción y elaboración del libro. En aquel momento teníamos 30 horas de grabaciones de muy buena calidad informativa y descriptiva, un elevado número de documentos históricos e incluso inventarios de flora y fauna de 7 caceras. Y como no hubo posibilidad de que alguien financiara o quisiera hacer frente a la edición del libro, decidimos embarcarnos en la aventura editorial.

El 16 de agosto del 2015 llevamos el material a imprenta: el resumen de gran parte de lo recogido en las investigaciones de todos esos años, un montón de acuarelas y dibujos en distintas técnicas realizados por Mar (ya en avanzado estado de gestación del pequeño Mateo). Además, no teníamos ni lugar de presentación del libro. La casualidad hizo que conociéramos a Rubén García de Andrés, recién elegido alcalde de Torrecaballeros, quien recogió el guante y, sin apenas conocernos, apostó por ser el anfitrión de la puesta de largo de la publicación. Con muchos nervios, los ejemplares llegaron el día anterior a la presentación, por la tarde. Se hizo una buena tirada, de la que aún quedan unos cuantos ejemplares y con la que hemos sufragado los estudios posteriores.

Presentación Ecos del agua en la Sierra de Guadarrama

Comenzó la gira de presentaciones, hasta el día de hoy 101, repitiendo en algunos pueblos. Hemos aprendido mucho de cara a futuras promociones, sabemos dónde hay interés y apoyo y podemos hacernos una idea de los lugares donde ir. Han sido algunos los sinsabores por el esfuerzo realizado y poco el resultado y muchos los buenos momentos y el cariño recibido.

Una de las entidades (además del Ayuntamiento de Torrecaballeros) que ha hecho un esfuerzo por apoyar con la compra de libros este proyecto ha sido la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, con su entonces vicepresidente Nicolás Herranz, la presidenta de la Comisión de Cultura María Teresa Llorente y su gerente Luis Asenjo. Hicieron una importante inversión teniendo en cuenta su presupuesto, cosa que no podemos decir de otras instituciones que manejan mucho más.

Fue en septiembre de hace tres años cuando, abrumados por la gente que quería contarnos más cosas, iniciamos la presente fase de estudio. La comenzamos en Basardilla, pueblo que nos ha acogido con gran cariño en varias ocasiones y allí descubrimos algo que no nos habían contado (ni enseñado) hasta el momento: la piedra reloj que indicaba cuándo cambiaba el turno de riego entre los pueblos de Brieva, Adrada y Basardilla. Es un ejemplo único (de momento que sepamos) en la provincia de Segovia. Con Vicenta y Faustino conocimos más detalles de las tradiciones y costumbres en Basardilla. Ayer dimos por finalizada (y esperamos que sea sólo por el momento) esta fase. Los resultados han sido muy positivos, mucho más de lo que nos esperamos: De las 30 horas que teníamos grabadas hemos pasado a más de 120, es decir, más de 90 horas más en tres años. Todo esto a pesar de no poder hacer una campaña continua, porque hemos dependido de las ventas del libro directamente relacionadas con las presentaciones y charlas.

Hemos pasado de 22 a 57 poblaciones / usuarios muestreados y de 7 a 25 sistemas de regadío tradicional recogidos. Durante este tiempo se nos han ido varios informantes cuyos testimonios pudimos recoger y otros tantos a los que no hemos llegado a tiempo. En los siguientes mapas, vemos la situación de partida y la actual. En rojo, los pueblos donde tenemos información oral (y en muchos casos escrita) y en verde los pueblos donde habría sido interesante llegar y no hemos podido. En algunos casos, en pueblos donde hemos recogido testimonios, sería interesante realizar alguna entrevista más.

Pueblos muestreados hasta septiembre de 2016

 

Pueblos y usuarios muestreados (septiembre 2019)

Hemos llevado la cultura del agua de nuestra vertiente a muchos pueblos del otro lado de la Sierra de Guadarrama, donde hemos tenido el apoyo inestimable, desde el primer momento, del Observatorio para la Conservación del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama y muchas de las asociaciones que lo componen.  También lo hemos llevado más allá de nuestras fronteras, a Lisboa, en un Workshop sobre manejos históricos del agua en Europa. De los resultados de ese encuentro, en breve saldrá a la luz un libro en inglés editado por la prestigiosa editorial Springer. Las caceras segovianas tendrán un capítulo y no podemos estar más orgullosos.

Un trabajo «colateral» a este ha sido el trabajo de recuperación del patrimonio inmaterial del pueblo de Revenga, gracias a la persistencia de su alcalde Alfonso Nevado, donde pudimos recoger los testimonios de algunos vecinos, entre ellos el del último guardacacera de la cacera del acueducto de Segovia, Pedro Nogales y conocer, entre otras cosas, la gestión del agua y del soto del pueblo. Esto dio como resultado la publicación: «Revenga: paisaje y paisanaje», editado gracias a las subvenciones que tanto el Parque Natural como el Nacional, dan a las poblaciones incluidas dentro del área de influencia socioeconómica.

Durante este tiempo hemos comenzado a realizar actividades de recuperación de tramos de caceras mediante hacenderas, en un principio en nuestro pueblo, Cabanillas del Monte, con una participación creciente, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Torrecaballeros. Recientemente, con la colaboración de alumnos del Grado de Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha realizado la limpieza de un tramo con bastantes pérdidas de la Cacera de San Medel en Torrecaballeros. Queremos continuar con esta labor de recuperación de caceras, bien a través de este tipo de acciones o de otros proyectos y es una de las líneas de trabajo futuro.

De limpieza con los alumnos de la UAM

Como hemos visto, el proyecto ha llamado la atención de Universidades y hemos tenido la visita de alumnos de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid, acompañados de varios de nuestros profesores más queridos de la carrera. En los tres años que nos llevan visitando, hemos podido mostrar la riqueza que generan las caceras y hablarles de la cultura del lino.

Mención aparte merece el apoyo recibido por el profesor José María Martín Civantos, de la Universidad de Granada, que ha contado con nosotros para participar en varios proyectos europeos (y alguno nacional) que lamentablemente no han podido salir adelante. Sin duda, sus ánimos son muy importantes para nosotros.

Durante el año 2018 y en alguna fecha del año 2019, hemos llevado por muchos pueblos la exposición «Gotas de recuerdos, caceras históricas, origen de vida» para la que aportamos muchas de las fotografías y material y que fue promovida por el Aula de Cultura Hontanar, a quien tenemos que agradecer el esfuerzo realizado. Precisamente esta exposición viajará a Portugal, a la Universidad del Algarve, en octubre, donde daremos una conferencia sobre las Comunidades de Aguas segovianas. Hemos de dar las gracias también al profesor Desiderio Luis Sares Batista por su invitación e interés en este proyecto, pues nos visitó el verano pasado para conocer algunos de estos sistemas de regadío tradicional.

Cartel con algunas de las exposiciones realizadas en el verano de 2018

Hemos puesto a las caceras en el centro del debate político, o por lo menos en los programas electorales de los partidos políticos en varios de los pueblos beneficiarios. Hace unos años esto era impensable. Y precisamente hemos estado en la lucha por la defensa de los derechos de los vecinos de los pueblos por el uso ancestral de las aguas del río Cambrones y de la cacera de Navalcaz. Un tema que sigue pendiente de resolución. Durante el verano del 2018 donamos parte de nuestras ventas para la defensa jurídica de la Noble Junta de Cabezuelas. Esperamos que la cordura al final se imponga.

Hoy día tenemos información para hacer monografías de muchas de las caceras estudiadas, pero todavía queda mucho por hacer. Habría que reforzar entrevistas en algunos pueblos, en unos sería posible, pero en otros quizás estaría ya complicado por la desaparición de la gente mayor. Uno de los temas que nos quedarán en el tintero para mejores tiempos es la del estudio del cultivo de la otra planta textil de la provincia: el cáñamo, también muy relacionada con el agua. Tenemos ya localizadas algunas personas y localidades donde poder investigar, pero lamentablemente no nos va a ser posible por la falta de fondos. Seguramente, con una financiación más estable, se podría llegar a más de 200 horas, con lo que eso significa de recuperación y salvaguarda del patrimonio inmaterial local y provincial.

De entrevista en San Cristóbal de Segovia

Después de todo este esfuerzo, toca «trampar el boquerón», es decir, tapar la entrada del agua en el linar o el prado y dejar que el agua pase al siguiente o siga su curso. Quizás si la implicación de algunas entidades hubiera sido mayor, todavía tendríamos la posibilidad de continuar. Ahora toca el ingente trabajo de transcribir todas estas conversaciones grabadas a lo largo de estos años, que nos llevará bastante tiempo e intentaremos seguir buscando financiación a través de conferencias y proyectos varios (además de las ventas de ejemplares del libro que aún quedan en stock).

Como veis no es, a priori, un adiós definitivo. Ojalá podamos comunicaros que continuamos con estas investigaciones, pero de momento no es posible. Lo único que podemos decir es que os estamos muy agradecidos a todos los que habéis contactado con nosotros para dar charlas o hacer las presentaciones, nos habéis ayudado a encontrar informantes, nos habéis pasado información y nos seguís desde el principio. Gran parte de este trabajo no habría sido posible sin vosotros. Nuevos retos, esperemos que relacionados con el agua, nos aguardan.

David y Mar

 

 

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